El gobierno de facto hondureño revirtió su postura la noche de este domingo y decidió aceptar la llegada de una misión de la OEA, con la condición de que el secretario general del organismo, José Miguel Insulza, cumpla un papel de “observador”.

El gobierno de facto había anunciado horas antes que no aceptaba la misión ante la participación de Insulza, a quien acusa de “falta de imparcialidad”.

Pero más tarde anunció por medio de un comunicado que “se han conciliado las diferencias surgidas en cuanto a la composición de la misión de cancilleres de Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos que visitarán Honduras, en la cual el secretario general participará a título de observador”.

Y añadió que “la visita ha sido pospuesta para una fecha que será determinada en los próximos dos días”. En principio se esperaba que la misión llegara a Tegucigalpa el martes.

La Organización de Estados Americanos (OEA) había anunciado el viernes la conformación de la misión, que estaría integrada por los cancilleres de Argentina, México, Canadá, Costa Rica, República Dominicana y Jamaica para tratar de buscar una salida al conflicto de Honduras en el marco del Acuerdo de San José del presidente Oscar Arias.