La ley que convierte a la inmigración clandestina en delito pasible de una pena de entre 5.000 a 10.000 euros (hasta 14.000 dólares), entró oficialmente en vigor en Italia tras su publicación en el diario oficial.

La ley sobre seguridad interior e inmigración, aprobada por el Parlamento italiano a comienzos de julio, convirtió a Italia en uno de los países europeos más severos en la lucha contra la migración clandestina.

Varios países latinoamericanos manifestaron su inquietud y rechazo por la ley que pena con multa de entre 5.000 y 10.000 euros (entre 6.800 y 13.600 dólares) la inmigración ilegal, estimula la denuncia ante la justicia de las personas en situación irregular y amplía de 2 a 6 meses la retención de los inmigrantes.

Uno de los gobiernos latinoamericanos más contundentes fue el de Ecuador que expresó su más “profundo rechazo” a la ley de seguridad aduciendo que “alimenta la violencia xenófoba”, y aseguró que responsabilizará al gobierno de Silvio Berlusconi por las agresiones que puedan sufrir los inmigrantes ecuatorianos en el país europeo.

Italia es uno de los principales destinos de de los emigrantes latinoamericanos después de España y Estados Unidos.