El jefe de gobierno italiano, Silvio Berlusconi, involucrado desde hace varios meses en un escándalo sexual que llevó a su esposa a pedirle el divorcio, aseguró que no le debe disculpas a nadie “ni siquiera a la propia familia”.

Interrogado durante una rueda de prensa en Roma sobre las críticas a su vida disipada por parte de su hija Bárbara, de 25 años, Berlusconi dijo que eran declaraciones “sacadas del contexto”.

Cuando se le consultó sobre las revelaciones de sus encuentros con una prostituta de lujo tras la publicación de sus supuestas conversaciones íntimas, Berlusconi dijo que se trata de una campaña “oprobiosa y calumniosa que le hace daño ante todo a Italia”.