Un gran grupo de personas causa desordenes en la intersección de Rancagua y Canciani en Valparaíso. Gritando consignas y empujando las rejas en espera de la aparición de Juan Saavedra, asesino de la pequeña Francisca Silva Benavides.

Las medidas de seguridad son altas y fuerzas especiales ha tenido que contener a las personas que acudieron a exigir el máximo rigor de la justicia para Saavedra.