Los detalles de los procesos de un médico que confesó ser Jack el Destripador o de un hombre que intentó matar a la reina Victoria se pueden consultar en la red a partir de este lunes junto con 1.4 millones de juicios celebrados en Inglaterra y Gales en los siglos XVIII y XIX.

El sitio británico ancestry.co.uk, especializado en genealogía, publica dichos documentos que incluyen los detalles de los crímenes juzgados, el nombre completo de los acusados con sus fechas de nacimiento, el lugar de los procesos y los veredictos.

Todo el mundo tendrá acceso al caso del doctor escocés Thomas Neill Cream, condenado a muerte en 1892 por haber envenenado a varias personas, sobre todo en Estados Unidos e Inglaterra. Sus últimas palabras antes de morir en el cadalso fueron para confesar que era Jack el Destripador, aunque se encontraba en la cárcel en el momento de ciertos crímenes.

También están disponibles los detalles del proceso de Roderick McLean, que intentó asesinar con una pistola a la reina Victoria en su castillo de Windsor, y el de Isaac “Ikey” Solomon, que al parecer inspiró a Dickens su personaje de Fagin en “Oliver Twist”.

Los documentos colgados cubren un periodo que comprende las postrimerías del siglo XVIII y la totalidad del siglo siguiente-, detallan cerca de 900.000 condenas de cárcel -dos tercios del total-, 97.000 deportaciones al extranjero y 10.300 ejecuciones. Casi un 10% de las personas juzgadas eran deportadas o condenadas a muerte.

Una condena a la pena capital se podía pronunciar por un robo superior a cinco chelines (35 euros de hoy en día), por robo de ganado, caza clandestina de conejos en cotos o tala de árboles. También por llevar de noche el rostro tiznado, porque para las autoridades implicaba autoría de robos.

A partir de la década de 1860, las ejecuciones -en la horca- se convirtieron en un espectáculo y se alquilaban a precio de oro los balcones mejor situados.