(AFP). El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, lanzó una amenaza al gobierno de facto señalando que si no es restituido “viene la violencia generalizada”, al tiempo que un grupo que formará parte de uno de los pelotones de su “ejército popular” comenzaba ayer a entrenar.

 ”Los pueblos tienen derecho a la protesta, a la insurrección, tal es el caso del pueblo hondureño, que está siendo reprimido brutalmente”, agregó Zelaya.

Poco después de sus declaraciones, cerca de un centenar de hondureños que formarán parte de uno de los pelotones del “ejército popular” de Zelaya, comenzaron a entrenar en la frontera entre Nicaragua y Honduras.

El grupo, integrado en su mayoría por hombres jóvenes, no portaba armas, pero realizaba ejercicios de acondicionamiento físico, simulaba maniobras de combate o marchaba por el campo, bajo la dirección de hondureños que dijeron ser ex miembros del Ejército.

En Washington, la Organización de Estados Americanos aplazó hasta la semana entrante una reunión que iba a sostener para tratar la crisis en Honduras, indicó el organismo en un comunicado, sin explicar las razones.

El secretario general del organismo, José Miguel Insulza, advirtió que la organización podría tomar medidas adicionales contra el régimen del presidente de facto Roberto Micheletti.

Un tribunal de Tegucigalpa emitió ayer cuatro órdenes de captura contra el ex presidente Manuel Zelaya y tres funcionarios del gobierno depuesto, informaron fuentes judiciales.

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, lanzó este viernes una advertencia de que esta preparado para defender al país de una eventual agresión ante la crisis institucional que vive Honduras.