Unos 30 detenidos en los disturbios que siguieron a la reelección del presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, serán juzgados mañana por un tribunal de Teherán, donde un dignatario religioso pidió la liberación de todos los arrestados para calmar la tensión.

El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Manuchehr Mottaki, reiteró que Gran Bretaña y otros países occidentales son cómplices en los crímenes cometidos en los disturbios que siguieron a la elección presidencial del 12 de junio en Irán.

El presidente iraní afirmó que mantiene relaciones de “amor y confianza” como entre un “padre y un hijo” con el ayatolá Alí  Jamenei, luego de las conminaciones de los conservadores para que obedeciera al guía supremo.