2 jóvenes policías muertos y decenas de personas heridas fue el resultado de una explosión de bomba frente al Cuartel de la Benemérita en Calviá, Mallorca. El atentado, atribuido a la ETA, se produjo a 24 horas de que la organización separatista vasca explosionara una camioneta en la Casa Cuartel de Burgos.

Los fallecidos del último ataque son los agentes Carlos Enríquez de 27 años y Diego Salvá de 28, quienes  se encontraban en el interior de un vehículo de la Guardia Civil al momento de la tragedia.

Se cree que la explosión fue ocasionada por una bomba lapa ubicada en el automóvil con activación a distancia.