El arquero de la selección holandesa de hockey sobre césped, Jaap Stockmann, detesta las bananas, se enferma con solo verlas, y se siente particularmente amenazado en Brasil.
Cuando llegó a Río y vio el uniforme amarillo de los voluntarios, empezó a ponerse nervioso.
“Me asusté un poco porque pensé que las bananas Chiquita vienen de aquí (de Sudamérica), y por el color amarillo” del uniforme, explicó Stockmann, cuyo equipo empató el sábado en su debut con Argentina (3-3).
Sin embargo, “no he visto bananas hasta ahora y espero que siga así hasta el final de los Juegos”, aseguró el arquero de 32 años, cuyo problema empezó cuando era un niño y una de estas frutas le sentó mal.