Este martes arribó a nuestro país la selección chilena de fútbol procedente de Rusia, luego de disputar una notable Copa Confederaciones y encantar al Mundo con su juego apasionado y asociado.

Sin embargo, más allá de los elogios recibidos desde diferentes partes del planeta, la llegada de los jugadores estuvo marcada por rostros de disconformidad y desazón. La Roja quería más, y así lo aceptó el propio capitán Claudio Bravo.

El portero se dio tiempo de atender a los medios presentes y afirmó que “nos hubiese encantado venir con la copa desde allá, pero dimos todo. Se dio el máximo esfuerzo posible, no alcanzó. Pero esta generación va intentar de seguir cumpliendo objetivos”.

“No estamos conformes, no estamos satisfechos. Nos hubiera encantado llegar con la copa a Santiago. Que haya sido otro el recibimiento. Nos vamos con esa sensación de tristeza de no cumplir el objetivo”, agregó el ‘1’ nacional.

A pesar de su evidente pena, Bravo aprovechó la ocasión para agradecer por “el cariño de la gente”, y de adelantar que “nos queda solo disfrutar de vacaciones… vienen unos dias que nos olvidamos del fútbol, y eso hace bien”.

Finalmente, Bravo respaldó el gesto de un grupo de fanáticos que llegó con una bandera al aeropuerto para apoyar a Marcelo Díaz: “Está bien. Acá no enjuiciamos a nadie. Cuando nos toca ganar, ganamos todos. Cuando nos va bien, todos somos responsables. No por un error lo vamos a crucificar, en esta generación no pensamos de esa manera”, concluyó.