Pagó caro un error. La selección chilena de fútbol cayó 0-1 en su duelo ante Alemania en la final y no pudo coronarse como campeón de Copa Confederaciones 2017.

Tanto chilenos como alemanes reiteraron el esquema que utilizaron en el duelo entre ambos en la fase de grupos. Y los primeros movimientos también parecían repetir el dominio nacional de esa vez. A los 4′, Vidal obligó a una buena intervención de Ter Stegen, quien también reaccionó en el rebote ante Vargas. En el minuto 7, el ‘Rey Arturo’ remató desviado desde media distancia.

La presión era continua en el primer cuarto de hora y la defensa alemana mostraba grietas tanto de ubicación como con el balón. Eso fue aprovechado dos veces por Vargas, quien a los 11′ y 13′ remató a portería, primero desviado y luego a las manos de Ter Stegen. Los germanos respondieron a los 14′ con un cabezazo desviado de Mustafi.

A los 19 minutos la ‘Roja’ tuvo el primer gol luego que el portero alemán diera un rebote y Sánchez, libre frente al arco, no concretara. Y eso lo pagó caro un minuto después, cuando un grave error de Díaz en la salida le permitió a Werner robarle el balón y habilitar a Stindl, quien ante el arco vacío abrió la cuenta. Un tanto absolutamente ajeno al trámite, pero que marca que a este nivel no hay permiso para equivocaciones.

El gol fue un golpe duro que sintió la escuadra nacional, perdiendo parte de la precisión que mostró en el inicio. Igual Aránguiz pudo anotar a los 23′, pero remató mal, mientras los alemanes tomaron más confianza para contraatacar y forzar a la zaga roja.

Pese a los intentos de Hernández, de buenos minutos, la fluidez del juego chileno fue decayendo, probablemente por el lógico cansancio tras el ritmo alto impuesto. Por eso, el equipo de Löw empezó a contar con más opciones, como el remate de Goretzka que se fue cerca del arco de Bravo a los 35′. Draxler a los 39′ y un nuevo error en la salida (esta vez de Jara) que casi aprovecha Goretzka, marcaron el final del primer tiempo. Chile tuvo el balón y dominó, pero el gol marcó un cambio donde su rival creció en su estilo más práctico.

El complemento continuó la senda de la recta final, con los germanos cómodos jugando de contraataque y Chile arriesgando más, pero sin claridad. Por eso Pizzi apostó por darle juego con el ingreso de Valencia por un Díaz absolutamente ido del partido tras su error, pero la más clara en esos minutos fue un tiro de Draxler que Jara alcanzó a desviar.

Los ánimos se fueron calentando, primero en un cruce de Vidal con Kimmich (ambos amonestados) y luego en un claro golpe de Jara a Werner, donde no bastó ni el VAR, ya que para que el juez fue solo para tarjeta amarilla al chileno cuando era expulsión.

Y ahí a Chile le volvió la memoria en el juego, creciendo en ataque. Vargas remató a las manos de ter Stegen a los 73′, mientras otro zurdazo de Vidal se fue arriba tras un roce a los 74′. Isla crecía como factor con su constante ida y vuelta. Aránguiz obligó a otra respuesta del golero alemán a los 79, antes de salir un minuto más tarde reemplazado por Sagal, a la vez que Puch ingresó por Vargas.

La más clara que tuvo la ‘Roja’ quedó en pies de Sagal, quien mandó a las nubes su zurdazo en plena área chica tras recibir una pelota recuperada de manera magistral por Puch. Luego en los descuentos Ter Stegen manoteó un tiro libre de Sánchez, desviando la última esperanza nacional.

Chile cayó, Alemania fue campeón. Con juego y mucha actitud, llegó a una nueva final de esta generación histórica, que no se cansa de pelear. A diferencia de las otras finales, cometió un error que no pudo dejar atrás y lo pagó caro. Para los próximos días quedará el análisis más profundo, pero lo cierto es que esta ‘Roja’ dio muestras de que sigue vigente.