El Cuarto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago sentenció a pena de carácter efectiva a Natalia Collao (25) y Javier Pino (28) por delito de activación y colocación de artefacto incendiario de transporte público.

La pena de presidio de tres años a ambos jóvenes se efectuó ya que según la investigación de la Fiscalía Metropolitana Sur, el 7 de abril de 2015 ellos habrían abordado un bus del recorrido 210 del Transantiago en las calles Cumming con Alameda para instalar una bomba incendiaria y bajarse a la altura de calle Con Con en Estación Central.

El artefacto se activó provocando la destrucción total de la máquina de transportes y también logrando que el conductor pudiera escapar ileso.

La investigación policial y la versión del operador del transporte público fueron claves para identificar y detener a ambas personas a quienes se le detectó ropa y mochilas con restos de hidrocarburos que probaron su participación en el ataque.

El fiscal exclusivo a cargo de investigar ataques con bombas en la capital, Claudio Orellana, encabezó el juicio oral que terminó con la condena de estos jóvenes.

La sentencia de cárcel fue destacada por el fiscal de zona sur, Raúl Guzmán, en especial por ser la primera bajo la nueva tipificación de la ley de control de armas y explosivos.

En la lectura de sentencia no estuvieron presentes los condenados por la movilización que mantienen los funcionarios de Gendarmería.

No obstante, sí estuvo el abogado defensor de los jóvenes, José Macías, que reaccionó de manera tranquila a esta condena.

Los dos condenados deberán permanecer privados de libertad por al menos dos años considerando que el Tribunal Oral abonó a la pena el año que permanecieron en prisión preventiva.