La cumbre de Finanzas del G7 arrancó este viernes en la ciudad japonesa de Sendai con el foco puesto en potenciar y equilibrar el crecimiento de la economía global en un panorama marcado por la desaceleración de la locomotora china y los países emergentes.

Los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales de las siete economías más desarrolladas (Japón, EE.UU., Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá) y sus homólogos de la Unión Europea (UE), se reunieron de manera informal en el foro “El futuro de la economía global” para dar arranque a esta cita de dos días.

En este simposio a puerta cerrada participaron también otros nombres de peso en la cumbre, como la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Djisselbloem, el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, o el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.

Este ha sido el primer punto de encuentro de cara a delimitar los desafíos macroeconómicos más urgentes y a buscar vías para estimular el crecimiento y frenar la volatilidad que aún persiste en los mercados mediante la puesta en común de agendas macroeconómicas.

En la cita se analizará también el mercado de divisas, en un momento en el que EE.UU. quiere subrayar su postura contraria a las devaluaciones “artificiales” para aumentar la competitividad mientras Japón defiende que los actuales movimientos del Forex pueden llegar justificar una intervención para abaratar el yen.

Enfoques individuales

Ante estas divergencias en política fiscal y tipo de cambio, es probable que las economías del G-7 acuerden una respuesta de enfoques individuales para enfrentar los riesgos que obstaculizan el crecimiento de la economía global.

Y es que tras años de emisiones agresivas de dinero, la política monetaria ha llegado a su límite y la respuesta política del G-7 a una inflación débil y un crecimiento mustio se ha vuelto cada vez más fragmentada.

Los participantes del simposio coincidieron en que, en lugar de depender del estímulo fiscal a corto plazo o la política monetaria, las reformas estructurales combinadas con inversiones adecuadas permitirían alcanzar una expansión sostenible, dijo una fuente del G-7.

La primera sesión de trabajo se celebra hoy en el principal emplazamiento de la cumbre: la región de aguas termales de Akiu, a las afueras de Sendai. Antes de esta primera junta, los participantes se desplazaron hasta la región costera de Sendai, que sufrió el embate del terremoto y tsunami de marzo de 2011.

Japón, que ocupa la presidencia de turno del G7, ha elegido Sendai como escenario de esta cumbre para mostrar sus esfuerzos de cara a reconstruir esta región arrasada y su experiencia en materia de preparación para desastres naturales que, como en el caso de 2011, son capaces de golpear duramente la economía global.