Museo mexicano exhibe zapatos gastados de familiares que buscan a desaparecidos

Archivo | Agencia Uno
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Botas, zapatos, zapatillas y sandalias. 86 pares de calzados fueron donados por sus dueños a un museo de Ciudad de México, con el fin de visibilizar las extenuantes búsquedas de sus seres queridos desaparecidos en México y otros países de América Latina.

La idea creada por el artista mexicano Alfredo López Casanova, se está presentado desde el lunes en el Museo Casa de la Memoria Indómita y se extenderá hasta julio. Luego será trasladada a otros estados de México.

Los zapatos que cuelgan en el techo del museo situado en el corazón de la capital mexicana son de un padre, un hermano, una hermana, o un hijo que han recorrido largos caminos. En cada suela hay palabras de amor para la persona desaparecida.

Yuri Cortéz | AFP

Yuri Cortéz | AFP

“Los zapatos son parte de la investigación y de lo que construyen (sus dueños) caminando, cuando caminan por la ley por ejemplo”, es decir, cuando sus búsquedas físicas en sitios inhóspitos o sus movilizaciones multitudinarias han provocado cambios legislativos o intentan lograrlos, explicó el artista, que aún espera recibir más calzados para la exposición.

A las suelas de los zapatos se les grabaron en relieve mensajes de sus dueños que fueron calcados con tinta verde en hojas blancas enmarcadas.

“JUAN CHÁVEZ HOYOS. HERMANO, TE AMO Y SEGUIRÉ BUSCÁNDOTE HASTA ENCONTRARTE”, se lee en una.

Yuri Cortéz | AFP

Yuri Cortéz | AFP

Las suelas verdes aluden también al concepto de un expediente judicial; tienen los nombres de los dueños del calzado así como la última vez que fueron vistos sus desaparecidos.

Uno de los usuarios de esos calzados es un niño de 9 años que es hijo de uno de los 43 estudiantes de la escuela rural para maestros de Ayotzinapa desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 en Iguala (Guerrero, sur), un caso que ha conmocionado a la opinión pública mundial.

Símbolo de esperanza

Yuri Cortéz | AFP

Yuri Cortéz | AFP

El hijo de Virginia Herrera fue secuestrado, y de acuerdo a sus propias investigaciones, desapareció junto con otras ocho personas hace seis años en el estado de Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos y donde 5.750 personas han sido reportadas como desaparecidas por manos de narcotraficantes.

Para esta madre, la exposición puede servir para “que la gente tome consciencia”, porque en Tamaulipas, dice, nunca han contado con el apoyo de nadie.

Yuri Cortéz | AFP

Yuri Cortéz | AFP

Otro par de zapatos es de Socorro Arias. Su hijo desapareció en 2012 mientras estaba de vacaciones en el violento estado de Veracruz, con costas en el Golfo de México. Su cuerpo fue encontrado unos días después, pero tuvieron que pasar cuatro tormentosos años para que una prueba de ADN confirmara su identidad.

Las autoridades “en lugar de comprender a las familias, (las) criminalizan”, expresó Arias.

Por su parte, López asegura que planean llevar la muestra a Estados Unidos, porque políticas de ese país también son “responsables” de algunas desapariciones.

Yuri Cortéz | AFP

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Botas, zapatos, zapatillas y sandalias. 86 pares de calzados fueron donados por sus dueños a un museo de Ciudad de México, con el fin de visibilizar las extenuantes búsquedas de sus seres queridos desaparecidos en México y otros países de América Latina.

La idea creada por el artista mexicano Alfredo López Casanova, se está presentado desde el lunes en el Museo Casa de la Memoria Indómita y se extenderá hasta julio. Luego será trasladada a otros estados de México.

Los zapatos que cuelgan en el techo del museo situado en el corazón de la capital mexicana son de un padre, un hermano, una hermana, o un hijo que han recorrido largos caminos. En cada suela hay palabras de amor para la persona desaparecida.

Yuri Cortéz | AFP

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“Los zapatos son parte de la investigación y de lo que construyen (sus dueños) caminando, cuando caminan por la ley por ejemplo”, es decir, cuando sus búsquedas físicas en sitios inhóspitos o sus movilizaciones multitudinarias han provocado cambios legislativos o intentan lograrlos, explicó el artista, que aún espera recibir más calzados para la exposición.

A las suelas de los zapatos se les grabaron en relieve mensajes de sus dueños que fueron calcados con tinta verde en hojas blancas enmarcadas.

“JUAN CHÁVEZ HOYOS. HERMANO, TE AMO Y SEGUIRÉ BUSCÁNDOTE HASTA ENCONTRARTE”, se lee en una.

Yuri Cortéz | AFP

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Las suelas verdes aluden también al concepto de un expediente judicial; tienen los nombres de los dueños del calzado así como la última vez que fueron vistos sus desaparecidos.

Uno de los usuarios de esos calzados es un niño de 9 años que es hijo de uno de los 43 estudiantes de la escuela rural para maestros de Ayotzinapa desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 en Iguala (Guerrero, sur), un caso que ha conmocionado a la opinión pública mundial.

Símbolo de esperanza

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El hijo de Virginia Herrera fue secuestrado, y de acuerdo a sus propias investigaciones, desapareció junto con otras ocho personas hace seis años en el estado de Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos y donde 5.750 personas han sido reportadas como desaparecidas por manos de narcotraficantes.

Para esta madre, la exposición puede servir para “que la gente tome consciencia”, porque en Tamaulipas, dice, nunca han contado con el apoyo de nadie.

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Otro par de zapatos es de Socorro Arias. Su hijo desapareció en 2012 mientras estaba de vacaciones en el violento estado de Veracruz, con costas en el Golfo de México. Su cuerpo fue encontrado unos días después, pero tuvieron que pasar cuatro tormentosos años para que una prueba de ADN confirmara su identidad.

Las autoridades “en lugar de comprender a las familias, (las) criminalizan”, expresó Arias.

Por su parte, López asegura que planean llevar la muestra a Estados Unidos, porque políticas de ese país también son “responsables” de algunas desapariciones.

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