El lunes pasado la princesa Charlotte de Cambridge cumplió un año y aunque su celebración fue austera, algunos de sus regalos no lo fueron tanto.
La pequeña hija del príncipe William y Kate Middleton recibió obsequios provenientes de 64 países partes del mundo, incluyendo algunos bastante costosos para una pequeña niña.
Entre los que más destacan, se encuentra un rompecabezas de mil piezas del presidente de EE.UU. Barack Obama, que además agregó un peluche su perro Bo igual al que regaló al príncipe George, hermano de Charlotte.
Un poco más extravagante fue el regalo del presidente de México, Enrique Peña-Nieto, y su esposa Angélica Rivera, quienes le regalaron una cascabel de plata, que estuvo en el palacio de Kensington desde su visita a los duques el año pasado.
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El presidente de China, en tanto, envió unas figuras de seda que representan el “Sueño en el pabellón rojo”, mientras que el mandatario de Israel le regaló un vestido de seda. Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, le regaló una costosa copia de los cuentos de hadas de Hans Christian Andersen.
Su tía Pippa Middleton optó por algo más útil y le dio pañales biodegradables que cuestan 6 dólares cada uno, y su abuelo, el príncipe Carlos, le dio una sonaja tejida a mano.
Hace un tiempo la duquesa de Cambridge aseguró que los regalos más costosos que reciben sus hijos son donados para quienes más lo necesiten. “Los duques están increíblemente agradecidos. Ellos han recibido una serie de regalos en su casa, algunos de los cuales se almacenaron en su hogar, y otros fueron donados a organizaciones que podrían hacer buen uso de ellos “, señaló un portavoz.
