Ya son cuatro días de bloqueo en la Isla de Chiloé donde se mantiene aislada a la comunidad, turistas y camioneros debido a las manifestaciones por parte de los pescadores artesanales tras los efectos de la marea roja en la Región de Los Lagos. Por esta razón, el Ejecutivo ofreció un bono de $100 mil y la canasta familiar para palear los efectos de este fenómeno, siendo rechazado tajantemente por los afectados.

En conversación con Expreso Bío Bío, Daniel Carrasco, jefe de Laboratorio de Toxinas Marina de la Universidad de Chile en Castro, indicó que este tipo de fenómenos son naturales y que cuando las condiciones del entorno lo permiten, las microalgas comienzan a reproducirse, haciéndose más frecuentes.

Explicó que existen microalgas que florecen donde algunas tienen la capacidad de producir algún tipo de daño a raíz de este fenómeno, liberando algún tipo de toxina cuando el marisco se alimenta, concentrándolo en su carne.

“El marisco comienza a alimentarse de la microalga y en el proceso de alimentación concentra en su carne la toxina que produce la microalga”, dijo y agregó que al ser consumida por el ser humano, produce intoxicaciones en las personas.

Añadió que este evento de la marea roja no tiene relación con la floración algal que se observa, la que comenzó en Aysén en los primeros días de enero, mientras que en febrero fue detectada la presencia de la toxina en Quellón.

“Se observó que el brote se expandió por el mar interior de Chiloé y por la costa occidental de la isla. A mediados de marzo se observaba la presencia de la microalga de la toxina en distintos puntos del archipiélago, expadiéndose y abarcando toda la costa de la Región de Los Lagos”, señaló.

Añadió que si se ven marchas o no en el mar, no significa que esté libre o no de marea roja.

“La única manera de saber si los mariscos están contaminados es hacer un análisis toxicólogico en laboratorios acreditados”, señaló.

Asimismo, aseveró que la toxina paralizante produce un bloqueo que desencadena en una parálisis respiratoria de los organismos.

“No es raro ver animales muertos por consumir mariscos o que hayan tenido contacto con la toxina”, señaló.

También precisó que el brote está en pleno desarrollo y que durante semanas se observará cuál es su real avance.

“Esperamos que las condiciones ambientales que debieran empezar a cambiar acá en la isla, de alguna manera ayuden a que esto empiece a decrecer. En algunos puntos donde la toxicidad ha sido alta, la detoxificación va a ser bastante lenta”, señaló.

Escucha la entrevista realizada por Katherine Ibáñez y Álvaro Escobar en Expreso Bío Bío: