Sórdidos detalles se dieron a conocer este lunes al inicio de un juicio contra un padre acusado de violar a su pequeña hija en reiteradas ocasiones.

Ante lo cual, el Ministerio Pública busca concretar una pena de 12 años para del acusado, quien a pesar de no tener condenas anteriores tiene la agravante de el parentesco con la víctima, así lo señaló el fiscal jefe de Punta Arenas Fernando Dobson.

“Estamos pidiendo una pena única por los delitos de abuso sexual y violación, además teniendo consideración el vínculo de parentesco que el es el papá. Estos hechos ocurrieron en circunstancias que él tenía el cumplimiento de régimen de visitas los días domingo y la menor dio cuenta de esta situación que se gestó durante un período determinado donde la llevaba al domicilio para cumplir esta relación regular. Se trata de una pequeña niña que es complejo traerla al tribunal y entregó información fundamental”, detalló el fiscal.

De acuerdo a la acusación de la Fiscalía, se indica que los hechos ocurrieron durante el 2013 y 2014, en circunstancias que la menor de ocho años (en ese entonces) se encontraba en el domicilio de su padre. Éste en una habitación le realizaba actos de significación sexual, los cuales se repetían los fines de semana.

Cabe recordar que el imputado, de iniciales V.A.G.M., fue formalizado en junio del año pasado luego que no había asistido a una audiencia fijada en el Juzgado de Garantía de Punta Arenas, por lo que se mantenía con una orden de detención, la que se logró concretar en esa ocasión, fecha desde la que se mantiene en prisión preventiva por esta causa.

Este lunes estuvo frente a los jueces la menor, quien actualmente tiene 10 años. En la instancia, la niña relató que “mi papá me ponía eso que tienen todos los hombres, en la parte de atrás y me hace doler. En varias ocasiones me decía que me saque la ropa y me tocaba”.

Por su parte, la madre de la víctima, acongojada recordó lo sucedido y cómo se entero de los hechos.

“Tuvimos una relación de dos años y medio, pero no vivimos juntos. Él se fue a Puerto Montt luego que me pegó y cuando volvió me demandó al Juzgado de Familia y ahí le dieron la orden de las visitas cuando ella tenía ya siete años, antes no la había visto. El Juzgado de Familia dispuso que mi hija tenga visitas con su padre los domingos. Al principio me opuse, pero en el Juzgado me obligaron a pasarle mi hija, ahí la llevaba a la casa de sus abuelos donde se quedaban. Mi hija me contó que él la sacaba de la casa de los abuelos a una casa donde arrendaba. De esto me enteré en octubre de 2014, cuando él fue a buscarla mi hija no quiso ir con él, se escondió detrás mío, y no la dejé ir. Después que se fue le pregunté que pasaba y por qué no quería ir con su papá. Con la ayuda de una amiga pudimos saber que es lo que pasaba. Ella relató que este tipo la llevaba a su casa, le sacaba la ropa… Después le besaba sus partes íntimas a la niña. Cuando llegó a la casa después de contar todo esto a mi amiga le pregunté por qué no me lo había dicho y me dijo que por miedo, porque su papá la había amenazado que me mataría y a sus hermanos. La última vez que ocurrió fue una vez que se fue de viaje. Nunca me imaginé que su mismo padre le hiciera eso, pero una vez se quejaba porque le dolía y cuando llegó de la casa de su padre venía temerosa y callada y en algunas ocasiones me decía que no quería ir donde su padre, pero yo le decía que tenía que ir sino me iba a demandar al Juzgado de Familia por el tema de las visitas”.

El juicio terminará este martes, después que la Fiscalía y defensa presenten sus testigos, para que luego los jueces puedan entregar su veredicto.