Una de las prácticas más comunes al momento de tomar asiento es el de cruzar las piernas.

Es probable que en más de una oportunidad alguien te haya comentado las serias consecuencias que esto puede traer para tu salud, pero ¿existe base científica que respalde estos argumentos?

A continuación analizaremos cada mito respecto a los riesgos que conlleva el hecho de sentarse de esta manera, para verificar efectivamente que tan peligroso puede ser.

1- Várices

A pesar de que algunas personas señalan que esta postura puede generar várices, lo cierto es que no existe evidencia científica que respalde esto, según el sitio de salud Women´s Health.

“Las várices son una enfermedad que afecta al sistema venoso, en las que las ‘cañerías’ (las venas) que trasportan la sangre están dañadas. Principalmente afecta a la mujer, aunque eso no quiere decir que no haya hombres con este problema”, señaló Claudio Vallejos, cirujano vascular de Clínica Vespucio.

Para prevenirlas, el experto aconseja “todas aquellas que se relacionan con la vida saludable, como caminar y moverse, comer una dieta sana, evitar el calor directo, evitar en la medida de los posible usar taco alto”.

2- Daños en los nervios

A pesar de que sentarse con las piernas cruzadas puede provocar algunos malestares y dolencias, debes saber que estos son temporales.

Uno de los más comunes es el clásico “cosquilleo” que uno siente cuando los pies “se duermen”, pero el malestar se quedará solo en eso, no afectará de manera más grave en los nervios.

Cuando cruzamos las piernas, lo que se hace es presionar el nervio peroneo, el que transmite las sensaciones hasta los pies. Pero una vez que volvemos las piernas a su posición natural, esta presión se libera.

3- Presión sanguínea

Es cierto que al cruzar las piernas la presión sanguínea tiende a subir, tal como lo afirma un estudio publicado en el Journal of Clinical Nursing, sin embargo este efecto es temporal.

No obstante, si llevas sentado mucho tiempo en esta posición, una buena idea es hacer breves descansos para estirar las piernas.

Según consignó la cadena de noticias británica BBC, una clínica especialista en hipertensión en Estambul, Turquía, realizó una investigación sobre los efectos de cruzar las piernas en la presión sanguínea.

Los científicos tomaron varias medidas de la tensión, con las piernas cruzadas y sin cruzar, y concluyeron que la presión aumentaba cuando las piernas estaban cruzadas.

Sin embargo, cuando volvían a efectuar la medición, apenas 3 minutos después de descruzar las piernas, la presión sanguínea volvía a su nivel normal.

4- Daños en la columna

Si alguna vez escuchaste que sentarte en esta posición daña tu columna, puede ser verdad aunque se debe hacer una aclaración al respecto.

Y es que las personas tienden a erguirse cuando se sientan con las piernas cruzadas, por lo que es un efecto de la mala postura en vez de la posición en que dejas tu piernas.

Pero si te preocupas de mantener una buena postura, tu columna estará bien.