La tarde del miércoles 22 de abril de 2015, los habitantes de la región de los Lagos fueron sorprendidos con el primer pulso eruptivo del Volcán Calbuco.

Por más de una hora el macizo, expulsó una columna de cenizas que alcanzó 16 kilómetros, lo que rápidamente comenzó a afectar a las localidades más cercanas.

Debido a esta situación, desde el Gobierno se determinó decretar Alerta Roja y además de un área de seguridad de un radio de 10 kilómetros en torno al cráter y se ordenó la evacuación de los habitantes de los lugares aledaños.

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Uno de los lugares que resultó más afectados fue Ensenada, comuna rural de la Provincia de Llanquihue, que quedó dentro del radio de seguridad, de acuerdo a lo que indicó el Gobierno en ese entonces.

Por ese motivo los más de 4 mil habitantes de la zona debieron abandonar sus hogares, ya que la masa de ceniza volcánica ponía en riesgo a la población, tanto por el colapso de techumbres a causa del peso del material y como por los problemas de salud que acarreaba el contacto con las cenizas.

En esos días, las fotos y videos se multiplicaban por las redes sociales, mostrando la belleza y peligrosidad del evento natural.

Más tarde, a eso de la 01:00 horas del jueves 23 de abril comenzó el segundo pulso eruptivo, de mucha mayor energía que el primero, el cual generó una columna que duró más de 6 horas y alcanzó una altura que sobrepasó los 17 kilómetros.

Es importante señalar que hasta ese momento, la última erupción del macizo se había registrado en 1972. Actualmente el volcán es considerado como uno de los más peligrosos del país, de hecho ocupa el tercer lugar en el ranking de los 90 volcanes activos de Chile, de acuerdo a lo señalado en un informe del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin).

La mañana del jueves 23 de abril, la luz de día dejaba apreciar el desolador panorama en Ensenada, dónde la masa de ceniza volcánica alcanzaba los 40 a 50 centímetros.

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