Festival de Cannes recupera en 4K odisea espacial de Tarkovski y británico mundo de Ivory

Francisco Longa / Agencia UNO
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El Festival de Cannes es la mejor plataforma del mundo para estrenar nuevas películas, pero también es un certamen que le da un valioso espacio a los filmes que han marcado la historia del cine. Este año, los clásicos restaurados van desde ’Un hombre y una mujer’ hasta la enigmática ‘Solaris’ de Tarkovski y la exquisitamente literaria ‘La mansión Howard’.

por Felipe Cornejo

Cannes Classics es una sección especial dentro del festival de cine más importante del mundo que presenta esas películas que hicieron historia, que marcaron su época, que instalaron estilos y dejaron huella en el séptimo arte.

Este año, el festival ofrecerá en esta sección copias restauradas en alta definición 4K de clásicos como ’Un hombre y una mujer’, de Claude Lelouch, ganadora de la Palma de Oro en 1966; la influyente película cubana ‘Memorias del subdesarrollo’ (1968); la quinta entrega del Decálogo del polaco Krzysztof Kieslowski, ‘No matarás’ (1989); ‘Cuentos de la luna pálida de agosto’ (1953), de Kenji Mizoguchi; y ‘Masculino-Femenino’ (1965), de Jean-Luc Godard.

En estreno mundial, se presentará en forma exclusiva la más reciente producción del director francés Bertrand Tavernier “Voyage à travers le cinéma français”, documental de 3 horas y 15 minutos de extensión que explora el cine galo desde 1930 hasta los años 70′, y cuya inspiración viene directamente de Martin Scorsese, quien realizó “My Voyage to Italian Cinema” (1999) y antes “My Personal Journey through American Movies” (1995) como una forma de examinar determinadas cintas que generaron cambios, y nuevas corrientes, técnicas y estilos; una mirada que Tavernier adoptó para explorar las producciones francesas, de Jean Renoir a Godard.

En esta edición del Festival de Cannes, son 21 las películas clásicas que se exhibirán completamente restauradas con la más alta tecnología. Entre ellas destaca “Solaris” de Andrei Tarkovski, el filme de 1972 sobre un sicólogo soviético que es enviado a una estación espacial en un planeta lejano para averiguar qué está provocando que los tripulantes sufran de crisis mentales.

Quizás al momento de su estreno no se pudo apreciar completamente cuál era el propósito de “Solaris”, y el filme quedó rotulado como “ciencia ficción”, pero, lejos de los grandes efectos especiales y gigantescas naves, lo que presenta es un drama de dolor y profunda introspección.

Basado en la novela de Stanislav Lem, el filme de Tarkovski apunta al problema de relacionarse con lo desconocido; en este caso el hecho de dejar La Tierra y establecerse en la estación especial Solaris para encontrar y enfrentar temores y fantasmas que, creían, habían quedado millones de kilómetros atrás.

Tarkovski incluso altera las tonalidades de la película, que pasa de planos en color al blanco y negro y hasta escenas monocromáticas, como una forma de hacer sentir al espectador la inestabilidad del personaje principal.

Basta recordar el inicio del filme, con una extensa toma de la naturaleza, del agua, del pasto, de los árboles, y el protagonista que recorre ese terreno para luego pasar a una estación espacial donde toda esa libertad se reduce a pequeños espacios que transmiten la desesperación de la tripulación “atrapada” en el oceánico planeta Solaris, que con su superficie cubierta de agua reabre heridas inconscientes que se creían sanadas.

Exquisitez literaria

Entre las películas restauradas también destaca ‘La mansión Howard’ (Howards End) de James Ivory (1992), basada en la novela del británico E. M. Forster, ganadora de tres premios Oscar y una de las grandes producciones de la destacada alianza de Ismael Merchant y James Ivory, también realizadores de ‘Un amor en Florencia’ (A Room with a View, 1986) y ‘Lo que queda del día’ (The Remains of the Day, 1993).

Siempre se ha discutido sobre qué tan fiel puede ser una película a un libro, si se puede realmente retratar en celuloide lo que uno originalmente leyó. Y es esto lo que ‘La mansión Howard’ logra, al recrear que es la atmósfera, la forma de vida, las relaciones entre las personajes y la división de las clases británica de inicio del siglo XX.

En términos de argumento, el filme relata la historia de las hermanas Margaret (Emma Thompson) y Helen Schlegel (Helena Bonham Carter), quienes entablan amistad con los Wilcox, una familia aristocrática y liberal. Al morir la señora Wilcox (Vanessa Redgrave), le deja como herencia la mansión campestre de Howards End a Margaret Schlegel, lo que genera la molestia en la familia. Las cosas se complican cuando Margaret y el viudo Wilcox se enamoran, y Helen sorprende con un complicado romance.

Pero la película va más allá, ya que plantea un cuestionamiento de principio a fin sobre los valores y la moral de la sociedad; es el desplazamiento de lo que determina lo está bien y lo que está mal, a través de las escenas y determinadas situaciones donde prima el dinero, el amor y la muerte. Un clásico indiscutido, que ahora podrá volver a ser visto por el público en la más exquisita alta definición.

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El Festival de Cannes es la mejor plataforma del mundo para estrenar nuevas películas, pero también es un certamen que le da un valioso espacio a los filmes que han marcado la historia del cine. Este año, los clásicos restaurados van desde ’Un hombre y una mujer’ hasta la enigmática ‘Solaris’ de Tarkovski y la exquisitamente literaria ‘La mansión Howard’.

por Felipe Cornejo

Cannes Classics es una sección especial dentro del festival de cine más importante del mundo que presenta esas películas que hicieron historia, que marcaron su época, que instalaron estilos y dejaron huella en el séptimo arte.

Este año, el festival ofrecerá en esta sección copias restauradas en alta definición 4K de clásicos como ’Un hombre y una mujer’, de Claude Lelouch, ganadora de la Palma de Oro en 1966; la influyente película cubana ‘Memorias del subdesarrollo’ (1968); la quinta entrega del Decálogo del polaco Krzysztof Kieslowski, ‘No matarás’ (1989); ‘Cuentos de la luna pálida de agosto’ (1953), de Kenji Mizoguchi; y ‘Masculino-Femenino’ (1965), de Jean-Luc Godard.

En estreno mundial, se presentará en forma exclusiva la más reciente producción del director francés Bertrand Tavernier “Voyage à travers le cinéma français”, documental de 3 horas y 15 minutos de extensión que explora el cine galo desde 1930 hasta los años 70′, y cuya inspiración viene directamente de Martin Scorsese, quien realizó “My Voyage to Italian Cinema” (1999) y antes “My Personal Journey through American Movies” (1995) como una forma de examinar determinadas cintas que generaron cambios, y nuevas corrientes, técnicas y estilos; una mirada que Tavernier adoptó para explorar las producciones francesas, de Jean Renoir a Godard.

En esta edición del Festival de Cannes, son 21 las películas clásicas que se exhibirán completamente restauradas con la más alta tecnología. Entre ellas destaca “Solaris” de Andrei Tarkovski, el filme de 1972 sobre un sicólogo soviético que es enviado a una estación espacial en un planeta lejano para averiguar qué está provocando que los tripulantes sufran de crisis mentales.

Quizás al momento de su estreno no se pudo apreciar completamente cuál era el propósito de “Solaris”, y el filme quedó rotulado como “ciencia ficción”, pero, lejos de los grandes efectos especiales y gigantescas naves, lo que presenta es un drama de dolor y profunda introspección.

Basado en la novela de Stanislav Lem, el filme de Tarkovski apunta al problema de relacionarse con lo desconocido; en este caso el hecho de dejar La Tierra y establecerse en la estación especial Solaris para encontrar y enfrentar temores y fantasmas que, creían, habían quedado millones de kilómetros atrás.

Tarkovski incluso altera las tonalidades de la película, que pasa de planos en color al blanco y negro y hasta escenas monocromáticas, como una forma de hacer sentir al espectador la inestabilidad del personaje principal.

Basta recordar el inicio del filme, con una extensa toma de la naturaleza, del agua, del pasto, de los árboles, y el protagonista que recorre ese terreno para luego pasar a una estación espacial donde toda esa libertad se reduce a pequeños espacios que transmiten la desesperación de la tripulación “atrapada” en el oceánico planeta Solaris, que con su superficie cubierta de agua reabre heridas inconscientes que se creían sanadas.

Exquisitez literaria

Entre las películas restauradas también destaca ‘La mansión Howard’ (Howards End) de James Ivory (1992), basada en la novela del británico E. M. Forster, ganadora de tres premios Oscar y una de las grandes producciones de la destacada alianza de Ismael Merchant y James Ivory, también realizadores de ‘Un amor en Florencia’ (A Room with a View, 1986) y ‘Lo que queda del día’ (The Remains of the Day, 1993).

Siempre se ha discutido sobre qué tan fiel puede ser una película a un libro, si se puede realmente retratar en celuloide lo que uno originalmente leyó. Y es esto lo que ‘La mansión Howard’ logra, al recrear que es la atmósfera, la forma de vida, las relaciones entre las personajes y la división de las clases británica de inicio del siglo XX.

En términos de argumento, el filme relata la historia de las hermanas Margaret (Emma Thompson) y Helen Schlegel (Helena Bonham Carter), quienes entablan amistad con los Wilcox, una familia aristocrática y liberal. Al morir la señora Wilcox (Vanessa Redgrave), le deja como herencia la mansión campestre de Howards End a Margaret Schlegel, lo que genera la molestia en la familia. Las cosas se complican cuando Margaret y el viudo Wilcox se enamoran, y Helen sorprende con un complicado romance.

Pero la película va más allá, ya que plantea un cuestionamiento de principio a fin sobre los valores y la moral de la sociedad; es el desplazamiento de lo que determina lo está bien y lo que está mal, a través de las escenas y determinadas situaciones donde prima el dinero, el amor y la muerte. Un clásico indiscutido, que ahora podrá volver a ser visto por el público en la más exquisita alta definición.