Vecinos de Nueva Aldea solicitaron al Tribunal Ambiental dictar una medida provisional que detenga las operaciones de la planta de celulosa, pues aseguran que han continuado los episodios críticos de mal olor, aún después que la Superintenencia del Medio Ambiente formulara cargos a la empresa.

La semana pasada, en horas de la madrugada, los habitantes de Nueva Aldea presentaron fuertes dolores de cabeza, náuseas e incluso sangramiento de narices debido a emanaciones de Celulosa Arauco.

El episodio ha sido uno de los más fuertes que se han soportado en la zona, incluso más que varios de los que fueron considerados en los cargos que la Superintendencia del Medio Ambiente formuló el 17 de febrero pasado por incumplimientos en el complejo forestal ubicado en Ránquil.

Por esto, Paula Villegas, abogada de los los afectados, cree que se debe asegurar la salud y bienestar de todos quienes allí viven, mientras esté en desarrollo el proceso sancionatorio.

La petición de establecer medidas provisionales que apuntan a la detención de operaciones de la celulosa, fue ingresada el viernes pasado ante el Tercer Tribunal Ambiental con sede en Valdivia, una vez que -según la jurista- la superintendencia rehusara adoptar una determinación de este tipo.

El procedimiento del órgano ambiental se inició luego de que se detectaron una serie de incumplimientos ambientales asociados principalmente al manejo y control de residuos líquidos y manejo de emisiones atmosféricas en la planta de Ránquil.