Llego Marzo, y con eso vuelven las clases. Sean universitarios o colegiales, todos los alumnos de Chile están llegando lentamente a la cruda realidad. Siempre ha habido series, películas e incluso videojuegos que han intentado capturar lo que es ser un niño o adolescente en medio del colegio, entrando a un lugar nuevo y desconocido, pero ninguno se ha acercado como Bully, creado por Rockstar en 2006

¿Qué hace de este juego tan especial? Simple. Es Grand Theft Auto pero ambientado en uno de los peores colegios del mundo, Bullworth Academy. Nuestro personaje principal, Jimmy Hopkins, es mandado ahí luego de causar demasiados problemas en otros colegios para ser reformado, pero rápidamente se da cuenta que todo el mundo está loco, los profesores prefieren avergonzar a los alumnos que ayudarlos y los alumnos en si crean caos en cualquier forma que quieren.

Exactamente igual a un colegio Chileno.

Ok, siendo un poco menos pesado con nuestro sistema educacional, el colegio de Bully es un lugar extremadamente exagerado, pero esa misma exageración es lo que lo hacía tan interesante para las personas que lo jugaban, sobre todo porque siempre había algo que te recordaba a tu propio colegio.

Todos teníamos ese profesor o rector sadistico, ese grupito de amigos nerd y el típico “amigo” que normalmente era más un dolor de cabeza que una amistad de verdad, y se puede encontrar de todo un poco en Bullworth Academy. Por suerte en este juego es más fácil lidiar con ellos que en la vida real.

Claro, tu enemigo más grande son las clases. Cada una comenzaba a la hora, y eran problemáticas al principio hasta que te dabas cuenta que mientras más completabas correctamente, más aprendía tu personaje. Querías evitarlas a toda costa, a pesar de que te ayudaban a ser más productivo, igual que en la vida real.

Ese tipo de extrañas coincidencias hacen que jugar Bully sea una experiencia extrañamente familiar. Claro, sigue siendo un videojuego, pero logra hacerte recordar y sentir muchas cosas sobre el colegio que quizás no se te habían ocurrido antes, probablemente porque es necesario meterse a esa realidad nuevamente para poder entenderlas.

Rockstar también hizo un trabajo excelente poniendo esa realidad semi-descontrolada del colegio, ya que todavía ves a los alumnos evitando decir y hacer ciertas cosas como gritar groserías y teniendo poca a ninguna experiencia con el otro sexo, pero nunca esconde tampoco las situaciones más crudas, como el abuso entre alumnos o incluso las insinuaciones que siempre se escapaban de vez en cuando.

Caso en punto, hay una misión al principio del juego donde debes ayudar a Algie, uno de los pocos nerd de la escuela que no te tiene miedo, a llegar al baño sano y salvo de los otros bullies que hay en el colegio. Todo hasta ahí parece normal, incluso en los insultos que te tiran que parecen bastante tímidos, hasta que llegas al baño y te encuentras con la sorpresa de que dos alumnos estaban compartiendo una de las letrinas por alguna razón. La implicación es obvia, pero como en un colegio real termina simplemente siendo un secreto a voces.

En otros momentos parece como que todo el colegio es una batalla campal, teniendo que pelear con otros alumnos y correr de ellos para poder salvarte de una paliza. Algo que muy pocas personas quieren admitir sucede día a día en nuestros colegios, pero que en Bully es parte central de la experiencia.

El tema también está en Jimmy, nuestro personaje principal, y lo fácil que es relacionarse con el para muchos de nosotros. Ese cinismo y desprecio por la autoridad que tiene todavía resuena fuerte con muchos de nosotros. Cada otro alumno que juega parte en la historia también representa a los típicos estereotipos de colegio, y tenemos que admitirlo, más de uno de nosotros cabía en ellos.

A pesar de claramente ser un juego basado en colegios gringos, Bully logra capturar esa esencia de lo que es ser un estudiante en un colegio nuevo, las situaciones lateras y lo derechamente denigrante de ser un estudiante. Aun a 8 años de su salida, es un juego que fácilmente resuena con la realidad de muchos estudiantes, sea en su Estados Unidos natal o acá en Chile.

Hay muchos de nosotros que ya logramos pasar esta etapa de nuestras vidas, y por supuesto, hay muchos más gamer todavía que están estancados en ella. De cualquier forma, este clásico juego logra conectarse con la extraña realidad del colegio y darle fuerte a la nostalgia de uno.

Seamos honestos, nadie tiene una buena experiencia en el colegio y eso no es algo de que avergonzarse. Aprovechamos el momento de escribir de este clásico – que deberías probar si no lo has jugado todavía – porque el regreso a las clases es el momento perfecto para probarlo. Sea porque quizás te sientes nostálgico por esos días de colegio o porque estás viviendo esa realidad ahora mismo y quieres agregarle un toque más fantasioso, Bully es un juego que vale la pena visitar.