Cerca de 70 doctores y expertos médicos enviaron una carta abierta al gobierno británico pidiendo una prohibición de los tackles durante los partidos de rugby en los colegios para prevenir todo riesgo para la salud de los jóvenes.

Los firmantes advirtieron, apoyados en estudios, que la práctica del rugby supone un riesgo de lesión “alta” y “a menudo seria” para los jugadores menores de 18 años, presionando a los responsables políticos para que apoyen el “touch rugby” (el adversario es neutralizado con un simple toque) o el rugby sin contacto.

“La mayoría de las lesiones se producen durante un contacto o una colisión, como un tackle o un scrum”, se puede leer en la carta. En muchos colegios británicos esta actividad deportiva es obligatoria para los alumnos de entre 11 y 18 años.

“Las lesiones, que incluyen fracturas, lesiones de ligamentos, dislocaciones de hombros (…) podrían tener consecuencias a corto plazo para los niños, incluso para el resto de su vida”, añaden los médicos.

El texto también avisa de los peligros de potenciales conmociones cerebrales, y remarcan que las personas que las han sufrido tienen muchas posibilidades de volver a tenerlas.

“Se ha demostrado la asociación entre las conmociones cerebrales reiteradas y los problemas cognitivos, depresiones, pérdida de memoria y disminución de las capacidades expresivas”, afirman los firmantes.

“Los niños tardan más tiempo en recuperarse (…) de los síntomas posteriores a una conmoción de los adultos”, precisan, afirmando que el gobierno tiene el deber de informar de los riesgos de lesión a los que se someten los alumnos, según la Convención Internacional de las Naciones Unidas sobre los derechos de los niños.

Muchos jugadores y exjugadores británicos e irlandeses han reaccionado a la carta, como el apertura irlandés Jonathan Sexto, víctima de varias conmociones cerebrales.

“No creo que se pueda jugar al rugby sin placajes. Eso sería otro deporte”, afirmó el internacional una radio irlandesa.