Volver a París es una “terapia” dijo Jesse Hughes, vocalista de Eagles of Death Metal

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El regreso este martes 16 a París de la banda Eagles of Death Metal tres meses después del ataque al Bataclan es una “terapia”, afirma el cantante del grupo estadounidense Jesse Hughes.

“Tengo miedo, realmente tengo miedo”, dice Hughes sacándose sus gafas de cristales rosas para secarse las lágrimas. La entrevista tiene lugar en una habitación de hotel, pocas horas antes de volver de nuevo a un escenario parisino, el del mítico Olympia.

Luego enciende un cigarrillo y vuelve a rememorar los atentados del 13 de noviembre, cuando un grupo de yihadistas irrumpió en la sala de conciertos y mató a 90 personas.

“Espero ser capaz de salir al escenario y ser más fuerte de lo que soy ahora. No quiero hundirme delante de todo el mundo, no quiero decepcionar a nadie, es lo que más miedo más da”, explica. “Ellos no me han abandonado”, dice en referencia a los fans del grupo, que considera sus “amigos”.

Joel Saget | AFP

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Jesse Hughes también recuerda uno de los momentos más extraños del tiroteo. “Estaba huyendo para salvarme en una callejuela y vi a un tipo a mi lado que tenía dificultades para andar. Sangraba mucho del costado, no sé qué le pasó al final. Pero recuerdo que me dijo: ‘Francamente, tu último concierto fue mucho mejor’”.

Hughes se ríe nerviosamente, pone un cartón de cigarrillos encima de la mesa e intenta retener de nuevo las lágrimas. “Hay que ser increíblemente valiente para hacer una broma así. Es el ejemplo que intentaré seguir”.

A diferencia del concierto de noviembre, este martes Jesse Hughes tendrá a su lado a Josh Homme, con el que fundó la banda hace 20 años, y que aparece poco después en la habitación del hotel para apoyar a su amigo.

“Josh es el mejor amigo que se pueda esperar. Será muy distinto tenerle allí”, durante el concierto, explica Hughes.

Aunque en el Olympia también habrá supervivientes del Bataclan “será un concierto de rock normal”, asegura el cantante. “Para mi el rock es diversión. No voy a dejar que nadie me quite eso, ni a mi ni a mis amigos. Les quiero ver sonreír, quiero ver de nuevo todas las sonrisas de esa noche”, dice.

Joel Saget | AFP

Joel Saget | AFP

El sábado, en Estocolmo, donde los Eagles of Death Metal reanudaron la gira mundial interrumpida en noviembre, Hughes dijo que volver a París era “voluntad divina”.

El cantante entiende a los fans que decidieron no ir al Olympia porque es “demasiado pronto” pero Jesse Hughes asegura que para él es una “terapia”.

“El hecho de que vengamos también ayudará a los que no pueden venir”, dice por su parte Josh Homme, igualmente fundador de la banda Queens of the Stone Age. “Espero que [los que estarán en la sala] podrán dejar atrás este mierda y dejar lugar para las cosas buenas”, afirma.

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El regreso este martes 16 a París de la banda Eagles of Death Metal tres meses después del ataque al Bataclan es una “terapia”, afirma el cantante del grupo estadounidense Jesse Hughes.

“Tengo miedo, realmente tengo miedo”, dice Hughes sacándose sus gafas de cristales rosas para secarse las lágrimas. La entrevista tiene lugar en una habitación de hotel, pocas horas antes de volver de nuevo a un escenario parisino, el del mítico Olympia.

Luego enciende un cigarrillo y vuelve a rememorar los atentados del 13 de noviembre, cuando un grupo de yihadistas irrumpió en la sala de conciertos y mató a 90 personas.

“Espero ser capaz de salir al escenario y ser más fuerte de lo que soy ahora. No quiero hundirme delante de todo el mundo, no quiero decepcionar a nadie, es lo que más miedo más da”, explica. “Ellos no me han abandonado”, dice en referencia a los fans del grupo, que considera sus “amigos”.

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Jesse Hughes también recuerda uno de los momentos más extraños del tiroteo. “Estaba huyendo para salvarme en una callejuela y vi a un tipo a mi lado que tenía dificultades para andar. Sangraba mucho del costado, no sé qué le pasó al final. Pero recuerdo que me dijo: ‘Francamente, tu último concierto fue mucho mejor’”.

Hughes se ríe nerviosamente, pone un cartón de cigarrillos encima de la mesa e intenta retener de nuevo las lágrimas. “Hay que ser increíblemente valiente para hacer una broma así. Es el ejemplo que intentaré seguir”.

A diferencia del concierto de noviembre, este martes Jesse Hughes tendrá a su lado a Josh Homme, con el que fundó la banda hace 20 años, y que aparece poco después en la habitación del hotel para apoyar a su amigo.

“Josh es el mejor amigo que se pueda esperar. Será muy distinto tenerle allí”, durante el concierto, explica Hughes.

Aunque en el Olympia también habrá supervivientes del Bataclan “será un concierto de rock normal”, asegura el cantante. “Para mi el rock es diversión. No voy a dejar que nadie me quite eso, ni a mi ni a mis amigos. Les quiero ver sonreír, quiero ver de nuevo todas las sonrisas de esa noche”, dice.

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El sábado, en Estocolmo, donde los Eagles of Death Metal reanudaron la gira mundial interrumpida en noviembre, Hughes dijo que volver a París era “voluntad divina”.

El cantante entiende a los fans que decidieron no ir al Olympia porque es “demasiado pronto” pero Jesse Hughes asegura que para él es una “terapia”.

“El hecho de que vengamos también ayudará a los que no pueden venir”, dice por su parte Josh Homme, igualmente fundador de la banda Queens of the Stone Age. “Espero que [los que estarán en la sala] podrán dejar atrás este mierda y dejar lugar para las cosas buenas”, afirma.