En plena época estival y de vacaciones pareciera que el ruido pasa a segundo plano. Pero no es así, en los lugares de veraneo, bares, discoteques y en los trayectos al escuchar música con auriculares, podríamos estar expuestos a ruidos que a la larga afectarán tu capacidad de escuchar.

Según estudios de la empresa GAES, la audición es el sentido menos valorado por los chilenos, actitud que tiene consecuencias en la calidad de vida.

Para Luis Ortega, fonoaudiólogo responsable de Calidad, Formación y Audiología de Centros Auditivos Gaes en Chile, el problema es que la pérdida auditiva se produce en forma paulatina y muchas personas se van acostumbrando y no son conscientes de lo que les pasa hasta que comienzan a escuchar más bajo, entrecortado, o simplemente se acostumbran a que se les repita una conversación.

Para que no nos olvidemos de nuestros oídos y reflexionemos sobre la importancia de su cuidado, Gaes entrega datos curiosos pero muy importantes:

1. Los sonidos por sobre los 130 decibeles pueden causar pérdida auditiva. Imagina que el sonido de despegue de un avión tiene 150 y el récor de de ruido en un estadio es de 142.

2. El 85% de lo que aprendemos lo hacemos escuchando.

3. El oído es el encargado de equilibrar nuestro cuerpo.

4. El audífono es uno de los 5 inventos más importantes de la medicina.

5. Las infecciones de los oídos son más frecuentes en niños, ya que sus sistemas inmunes aún están en desarrollo.

6. Más del 5% de la población sufre de pérdida auditiva que se pudo haber evitado con la prevención.

7. Fumar perjudica la capacidad auditiva.

8. El oído derecho es especialista en escuchar a otras personas y el izquierdo para escuchar música.

9. El olor de la cera aleja a los insectos de entrar a nuestros oídos.

10. El hueso del oído es el más duro que protege nuestro cuerpo.

¿Durante cuanto tiempo puedo aguantar sin sufrir daño a ciertos volumenes?

La Organización Mundial de la Salud, en el marco de su campaña “Escuchar sin riesgos”, ha entregado algunas comparativas entre el tiempo y la cantidad de decibelios que soporta el humano sin sufrir daños.

85 dB: nivel de ruido en el interior de un automóvil en movimiento – 8 horas.
90 dB: cortadora de pasto – 2 horas y 30 minutos.
95 dB: ruido de una moto – 47 minutos.
100 dB: bocina de un automóvil – 15 minutos.
105 dB: reproductor de mp3 a todo volumen – 4 minutos.
105 dB: Concierto – 28 segundos

En Chile, los niveles de ruido máximos en lugares de trabajo son regulados por la DT, que se basa en el artículo 75 del Decreto Supremo N° 594, del año 2000 emanado del Ministerio de Salud.

De lo anterior deriva el Reglamento sobre Condiciones Sanitarias y Ambientales Básicas en los Lugares de Trabajo, que establece que la exposición ocupacional a ruido estable o fluctuante debe ser controlada de modo que para una jornada de 8 horas diarias ningún trabajador pueda estar expuesto a un nivel de presión sonora continuo equivalente a 85 decibelios.

Eso sí, para medir los decibelios se toma en cuenta el ruido captado en la posición del oído del receptor, no según la fuente que emana el ruido.

Asimismo la norma indica que es responsabilidad del empleador tomar las medidas necesarias para mantener el nivel de ruido dentro de los rangos permitidos, por lo que se deben efectuar mediciones constantes que verifiquen el cumplimiento de estas normas.

Recomendaciones de la OMS

En colaboración con asociados de todo el mundo, la OMS se encuentra realizando campañas para alertar sobre los riesgos de la pérdida de audición provocada por el ruido, por lo que durante los últimos meses ha entregado algunas recomendaciones a seguir.

Mantener el volumen bajo

Es aconsejable respetar los niveles seguros de exposición al ruido, por tanto es de suma importancia ajustar el volumen del aparato de audio personal a un nivel cómodo en un ambiente tranquilo, de forma que no supere el 60% del volumen máximo.

Utilizar tapones para los oídos

Cuando vaya a un club nocturno, discoteca, bar, pub, evento deportivo u otro lugar ruidoso, utilice tapones para proteger los oídos. Si se colocan bien, pueden ayudar a reducir el nivel de exposición al ruido de forma considerable.

Utilizar audífonos que se ajusten bien y, de ser posible, que aíslen del ruido del entorno

Si se ajustan bien, los audífonos permiten escuchar música con claridad a volúmenes bajos, y cuando aíslan del ruido del entorno permiten escuchar el sonido a un volumen más bajo del que sería necesario en caso de no ser aislantes.

Limite el tiempo que dedicas a actividades ruidosas

La duración de la exposición al ruido es uno de los principales factores que contribuyen al nivel total de energía acústica.
Cuando vaya a un club nocturno, discoteca, bar, pub, evento deportivo u otro lugar ruidoso, haga breves descansos auditivos para reducir la duración total de la exposición al ruido.

Alejarse de los ruidos fuertes

En lugares ruidosos, manténgase lo más lejos posible de fuentes de sonido como los altavoces. Trasladarse a lugares más silenciosos dentro de un local puede reducir el nivel de exposición.

Limitar el tiempo diario de utilización de los aparatos de audio personales

Aunque es importante mantener el volumen bajo, la limitación del uso de aparatos de audio personales a menos de una hora al día contribuirá enormemente a reducir la exposición al sonido.

Vigilar los niveles seguros de exposición al ruido

Utilice la tecnología de los smartphone para medir los niveles de exposición al ruido y conocer el riego de pérdida de audición provocada por el ruido de su aparato de audio personal.

Prestar atención a las señales de advertencia de pérdida de audición

Acuda a un profesional especializado en salud auditiva en caso de acúfenos o dificultad para oír sonidos agudos como el timbre, el teléfono o el despertador; para entender el habla, sobre todo por teléfono; o para seguir conversaciones en ambientes ruidosos, como restaurantes o reuniones sociales.

Hacer revisiones auditivas periódicas

Aproveche los servicios de revisión periódica de la audición que se prestan en colegios, lugares de trabajo y comunidades, pues ello puede ayudar a detectar la aparición de la pérdida de audición en una etapa inicial.