En verano tenemos más cuidado con nuestra epidermis y para ello es importante saber cómo prevenir enfermedades como el cáncer a la piel. Sin embargo, es fundamental cuidar nuestra piel todo el año y los lunares nos pueden dar algunas señales. La Corporación Nacional del Cáncer (CONAC) llama a tener ojo con cinco factores claves que nos pueden ayudar a identificar cuándo un lunar es normal o peligroso.

Asimetría:

Un lunar normal debe ser relativamente simétrico. Si una mitad del lunar no coincide con la otra, podría tratarse de uno riesgoso.

Borde:

Cualquier lunar normal debiera tener un borde definido. Si el contorno de un lunar es desigual o irregular, hay que examinarlo.

Color:

El color de los lunares debe ser uniforme, si hay más de un color presente en un mismo lunar, éste tiene que revisarse.

Diámetro:

Usualmente el diámetro de un lunar no debiera exceder el de las típicas gomas que se encuentran detrás de los lápices grafito.

Evolución:

Cualquier cambio en un lunar a lo largo del tiempo podría ser una señal negativa. Hay que poner especial ojo con alteraciones en su tamaño y grosor, o si comienzan a producir picazón.

¿Cómo auto examinarse la piel?

1. Examinar el frente y dorso del cuerpo en un espejo. Luego los costados derecho e izquierdo con los brazos levantados.

2. Flexionar los codos y observar detenidamente antebrazos, axilas y palmas de las manos.

3. Observar la parte posterior de las piernas y los pies, así como los espacios entre los dedos y la planta.

4. Examinar la parte posterior del cuello y cuero cabelludo con un espejo de mano, separando el pelo para poder observar más de cerca.

5. Controlar la espalda y nalgas con un espejo de cuerpo completo y otro de mano.