Unos 150.000 pingüinos murieron como consecuencia de un masivo iceberg que se desplazó hasta su colonia obligándolos a emprender un exilio en busca de comida. No todos lograron sobrevivir.

El enorme glaciar, de unos 2.900 kilómetros cuadrados, impactó con tierra en diciembre de 2010 en la bahía de Commonwealth, una zona hasta entonces poblada por miles de pingüinos adelaida, bloqueándoles del paso al océano para alimentarse.

Los autores del estudio que reveló esta tragedia, pertenecientes a la organización neozelandesa West Coast Penguin Trust y a la Universidad de Nueva Gales del Sur de Australia, estiman que los cambios producidos por el iceberg B09B han matado cerca de 150 mil pingüinos y generado “un colapso catastrófico en su reproducción”.

La población de pingüinos de Adelia en el Cabo Denison de la bahía era de 160.000 en febrero de 2011, pero en 2013 había caído a 10.000. Las aves tuvieron que iniciar un periplo de unos 60 km para hallar comida, según los investigadores, quienes también alertaron sobre sobre el riesgo que esta especie desaparezca completamente del lugar en los próximos 20 años.

Durante su censo en diciembre de 2013, los investigadores hallaron “centenares de huevos abandonados”, aunque los que pudieron observar eran “increíblemente dóciles, letárgicos, casi no eran conscientes de tu presencia”, explicó Chris Turney, al frente de la expedición, al diario Sydney Morning Herald.

“Apenas sobreviven, y aún menos pueden incubar la próxima generación. Vimos a muchas aves muertas en el terreno. Era desolador”, agregó.

En cambio, indicaron que los pingüinos que viven en la parte este de la bahía, a solo 8 km donde se halla la banquisa, se encuentan en buenas condiciones.

El hielo alrededor de la Antártida está aumentando, a diferencia de lo que pasa en el Ártico, donde el calentamiento del planeta está causando su derretimiento. Los científicos creen que los cambios en el viento y las condiciones locales están detrás del fenómeno en la Antártida.