A través de Facebook se denunció el caso del pescador artesanal, Gerardo Díaz de 54 años, quien desde el 8 de diciembre comenzó una marcha desde Cucao, Chiloé, con la intención de llegar hasta La Moneda.

El pescador artesanal, oriundo de Constitución y dirigente sindical, angustiado por su situación, no se le ocurrió otra forma para ser escuchado que caminar los más de 1.100 kilometros que separan a las localidades, tras ser multado por 19 millones de pesos.

Su lucha contra la desigualdad de derechos, que denuncia existe en la Ley de Pesca, comenzó hace un tiempo, luego de sufrir un accidente mientras pescaba con cuatro compañeros, donde tres de ellos fallecieron. El Estado lo demandó por casi 19 millones de pesos por pescar en un lugar donde las cuotas de extracción están destinadas a grandes embarcaciones.

A través de redes sociales se realiza una campaña para ayudar la causa que moviliza al dirigente sindical.

Gerardo consignó a El Mostrador que “cuando uno se inicia como empresario, lo que me tocó a mí, es que me compraron una embarcación y luego vienen, me dan una apuñalada por la espalda y me sancionan con casi 19 millones de pesos“.

La intención del pescador de llegar hasta La Moneda, es pedirle a la presidenta igualdad de derechos, sosteniendo que “hoy en día la pesca artesanal se vende, no importa que nosotros tengamos historia, no le interesa eso al Estado, lo que le interesa es el poder, la plata“, declaró Díaz.

Lo que acongoja a Gerardo es que si no paga la multa, su embarcación -según comenta- será embargada, la cual “todavía no la pago, me la compró un particular para que yo me levantara de lo ocurrido el 27F, cuando perdí todo mi hogar“, sostuvo el pescador.

Además compartió su frustración al no poder pagar la sanción, “de no cubrir toda la cantidad de plata que yo le debo al Estado, tengo que irme detenido y no soy un delincuente“, declara Díaz.

Yo voy a llegar a La Moneda, voy a entregar todo esto: mi tarjeta de pescador, las llaves de mi departamento, el certificado de navegabilidad de mi embarcación y después me voy a ir. Pero preso no me llevan. Ténganlo por seguro. Me van a tener que matar, es la única forma que me van a poder tener detenido“, culmina Gerardo para continuar su largo camino.