Francia estrenó su andadura en el Seis Naciones de Rugby 2016 con un sufrido triunfo ante Italia por 23-21, este sábado en la primera jornada del célebre torneo de rugby.

Los Bleus inscribieron tres tries, por parte de Virimi Vakatawa, Damien Chouly y Hugo Bonneval, mientra que los italianos lograron dos, de Sergio Parisse y Carlo Canna, aunque el capitán transalpino, con el tiempo concluido, intentó un drop que hubiese dado la victoria a los visitantes.

Aún convalecientes por el fracaso en el pasado Mundial, con una derrota histórica ante los All Blacks en cuartos de final (62-13), la nueva Francia del seleccionador Guy Novès, el técnico que hizo del Toulouse uno de los mejores equipos europeos en las dos últimas décadas, se estrenó ante su público con un partido que dejó detalles de lo que pretende el nuevo seleccionador, partidario del juego de ataque, pero que demostró que la transición será aún larga.

Lo más positivo para los franceses, no obstante, es el resultado, con una pírrica victoria, pero al fin y al cabo, una victoria, que siempre ayudan a dar confianza y a que los jugadores crean en lo que propone su entrenador.

El primer periodo fue muy igualado, y los franceses llegaron al descanso con ventaja de dos puntos (10-8).

Pero al inicio del segundo tiempo, los italianos dieron la vuelta al marcador y se colocaron con un 10-18 tras el try de Canna (minuto 46).

Cuando peor parecían las cosas para los Bleus, apareció de nuevo el prometedor wing de origen fiyiano Virimi Vakatawa, uno de los debutantes. El jugador del Racing Metro 92, que había anotado el primer try del partido, rompió a la defensa italiana, zafándose de cinco tackles, en una jugada que acabó con el ensayo de Bonneval.

Con el marcador 17-18 para Italia, los últimos minutos se convirtieron en un duelo de pateadores, con Jules Plisson transformando dos golpes de castigo, por uno solo del italiano Kelly Haimona, que colocó por delante a los franceses.

Parisse tuvo el balón de la victoria en el descuento, pero su pateo se marchó desviado y los italianos se quedaron sin consumar la sorpresa.