El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) lamentó el viernes las “horribles” condiciones en que se encuentran los niños en los dos campamentos de migrantes de los alrededores de Calais, al norte de Francia.

Según William Spindler, portavoz de ACNUR, hay mucha preocupación en el Alto Comisionado, en particular por los niños que viven solos y han sido separados de sus familias.

Las condiciones de vida son “horribles” y “muy insalubres” en ambos campamentos, declaró.

Los niños son muy vulnerables a cualquier tipo de explotación. Sabemos que traficantes de personas están presentes en esos lugares“, agrego.

Unos 4 mil migrantes, originarios de África del este, Oriente Medio y Afganistán, deseosos de cruzar hacia Gran Bretaña, viven en condiciones muy precarias en “La Jungla”, en las afueras de Calais.

A ellos se suman unos 2 mil, que viven en otro campo miserable en Grande-Synthe, a unos 40 kilómetros de distancia.

Un nuevo centro de albergue, compuesto de contenedores, fue inaugurado este mes en la zona con capacidad para mil 500 personas.

Denominado Centro de Albergue Provisorio (CAP), este nuevo refugio es cerrado, y para entrar en él los migrantes deben pasar la palma de la mano por un dispositivo de reconocimiento. Las autoridades prometieron que no registrarán las huellas, una exigencia recurrente de los inmigrantes.

ACNUR precisó que sería bueno crear otros lugares de acogida para los niños y pidió a las autoridades que busquen rápidamente el modo de protegerlos mejor, “en particular a aquellos niños que tienen parientes en otro país de la Unión Europea”.

Más de 10 mil niños refugiados no acompañados han desaparecido en Europa entre los últimos 18 y 24 meses, afirmó el domingo 31 de enero la agencia de coordinación policial Europol, que teme que muchos de éstos estén siendo explotados por el crimen organizado.