Con nuevos seleccionadores tras el fiasco mundialista, Francia e Inglaterra, las dos potencias financieras del rubgy europeo, inician este sábado el Torneo Seis Naciones con el objetivo de recuperar el esplendor pasado.

A grandes males, grandes remedios y tras el fracaso en ‘su’ mundial, quedando por primera vez eliminado en la fase de grupos, los dirigentes del rugby inglés decidieron confiar el XV de la Rosa a un extranjero por primera vez en la historia.

La operación reconquista comenzará el sábado en Escocia y el elegido para liderarla no es otro que el australiano Eddie Jones, que causó sensación en el Mundial llevando a Japón a un triunfo histórico ante Sudáfrica.

El técnico ha querido imprimir su sello desde el principio, llamando a los ingleses a recuperar la “arrogancia” y el juego de delantera tan temido por los rivales en el pasado.

Y para conseguirlo, Jones no ha dudado en llamar a jugadores polémicos que fueron descartados por su predecesor Stuart Lancaster para la cita mundialista: el ‘hooker’ Dylan Hartley, nombrado capitán además, y el medio scrum Danny Care, serán titulares en Murrayfield.

Otros debutantes ocuparán de momento un sitio en el banquillo (Paul Hill, Jack Clifford, Ollie Devoto) frente a unos escoceses que buscan confirmar las buenas sensaciones del mundial cuando estuvieron a un paso de meterse en semifinales (perdieron en cuartos ante Australia por 35-34).

Solo dos jugadores del equipo inicial que disputó ese partido de cuartos faltarán en el estreno del Seis Naciones y ambos serán ausentes por lesión.

Frente a una Inglaterra en reconstrucción, los escoceses esperan un triunfo que les permitiría ganar la ‘Calcutta Cup’ por primera vez desde 2008, después de haber conquistado la Cuchara de Madera en la pasada edición (trofeo simbólico que se otorga al equipo que pierde todos sus encuentros).

Gran control policial

Al igual que Inglaterra, el partido ante Italia del sábado en París será el estreno de Guy Noves como nuevo seleccionador francés, aunque en su caso ya estaba designado para suceder a Philippe Saint André antes del histórico descalabro ante Nueva Zelanda (62-13) en los cuartos mundialistas.

Noves espera implantar el estilo atractivo del Tourlouse en las últimas dos décadas al XV del Gallo y presentará un equipo inicial con cuatro debutantes (Paul Jedrasiak, Sebastien Bézy, Jonathan Danty y Virimi Vakatawa), además de otros tres en el banco.

El encuentro se disputará en el Estadio de Francia, que volverá a albergar un evento deportivo desde los atentados del 13 de noviembre (que provocaron 130 muertos en la capital francesa), por lo que las medidas de seguridad, tanto en el recinto como en los medios de acceso (metro y tranvía), serán máximas.

Al partido acudirá el presidente francés François Hollande.

Irlanda, campeona del torneo en los dos últimos años tampoco se encuentra en el mejor momento antes de recibir a Gales el domingo. A la retirada de su legendario capitán Paul O’Connell, se une la duda sobre el estado físico del organizador del juego Jonathan Sexton y las lesiones de varios jugadores claves (Bowe, Henderson, O’Mahony, O’Brien, Rob Kearney), así como los malos resultados de sus clubes en la actual temporada en las competiciones europeas.

Podría ser una gran ocasión para los galeses de vencer en Dublin, sobre todo teniendo en cuenta que Gales tiene el grupo más estable y experimentado del torneo, además de un gran papel en el Mundial, pese a quedarse fuera de las semifinales.

Después de que por primera vez en la historia, ningún equipo europeo se clasificase para las semifinales del pasado mundial, los equipos del Viejo Continente iniciarán su proceso de reconstrucción en un Torneo Seis Naciones que, como es habitual, será apasionante.