Ninguna relación es perfecta. Aún así este lazo se construye de los defectos y virtudes de ambos miembros con objeto de mejorar las falencias y ser felices. Es por ello que muchas veces las personas modifican su personalidad acorde a su pareja y actúan dentro de un patrón identificable.

En este línea, el psicólogo Juan Carlos Saumont, docente de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico, reconoce X tipos de personalidades que se manifiestan en pareja y su motivación detrás.

Identificar las etapas

Antes de reconocer si una persona es parte de un grupo o responde a algún tipo de personalidad, es importante identificar que ya se superó la primera etapa de la relación y entró a una fase en donde su pareja no está idealizada.

“Al principio sólo rescatamos los aspectos positivos del otro. En el fondo estamos enamorados más de proyecciones nuestras que del otro que tenemos en frente”, señala Saumont. “Una vez caída esta primera fase, hay que aprender a conocer al otro en todas sus dimensiones”, agrega.

Lee también: Relaciones absorbentes: Las claves para reconocerlas y superarlas

Es en esta segunda fase en donde aparece el lado más “estereotipado” de la relación, explica el experto. “En ocasiones se expresan los lados más sintomáticos de cada uno, puesto que muchas veces en las relaciones nos conectamos con nuestro lado de sombra, o sea, con aspectos de nosotros mismos que hemos rechazado y que son inconscientes, pero que aparecen fuertemente en la relación y que en ocasiones se vuelven compulsivos”, afirma.

Tipos de personalidades

Es muy común intentar relacionarse con personas que manifiesten intereses parecidos o iguales a los personales; no obstante, el psicólogo asegura que en las relaciones se evidencia un tema de polaridad que implica notables diferencias a nivel conductual.

“Buscamos a otro que tiene a un nivel consiente temas en común con nosotros o ciertos estilos similares pero, a la vez, se da una tensión de elementos de personalidad o formas de ser que le da dinamismo a la relación, pero que también es fuente de conflictos y discusiones”, comenta Juan Carlos.

1. Personalidad parentalizada

El experto asegura que existen muchos tipos de relaciones vinculadas a la personalidad. Sin embargo, destaca los conceptos más amplios, relevantes y recurrentes. Uno de ellos, es el que se vincula con la pareja desde una perspectiva parentalizada.

Tal como lo mencionó Freud en alguna ocasión, “la pareja es el sustituto de los padres”. Bajo este concepto se identifican a mujeres u hombres que buscan a una pareja muy similar a su madre o padre.

Si bien reconoce que en toda pareja hay algo de ello, hay algunas en las que es más evidente. Es así como algunas personas no logran diferenciar la base de una relación parental y amorosa. “Es una forma de no trascender los vínculos primarios con nuestros padres”, cuenta Saumont.

2. Personalidad controladora

Otro estilo es el controlador. Tal como lo indica su nombre, en estas relaciones uno de los miembros intenta manejar de manera absoluta las acciones del otro, con objeto de sentir que controla y lidera la relación. “La persona busca saber todo el tiempo en que está el otro y con quién está”, añade.

“Esto puede estar sustentado en tipos de personalidad fuertemente inseguras que transforman esa inseguridad en control, celos y desconfianza”, explica Juan Carlos.

3. Personalidad dependiente

Desde el otro extremo en relación con la personalidad anterior, están las personas que manifiestan una forma de ser dependiente y vulnerable emocionalmente. “Se trata de esos hombres y mujeres que sustentan todo lo que son en el otro”, explica el psicólogo.

“Estas personas llegan a suprimir su individualidad en función a su pareja”, señala el experto y asegura que “el otro se vuelve indispensable para funcionar en su día a día”. En otras palabras, estas personas no le encuentran sentido a su vivir si no está planificado en base a su pareja.

Según indica el experto, es recurrente que estas personas mantengan “una historia de dolor y vulnerabilidad emocional” en su interior que “el otro viene a suplir o a salvar”.

You me (cc)

You me (cc)

4. Personalidad salvadora

En relación al estilo anterior, “existen personas que se relacionan con su pareja desde una personalidad que viene a organizar la vida de eso otros y ayudarlos en la vida”, señala.

Este estilo de personalidad, suele situarse desde una perspectiva “salvadora” en donde intenta rescatar a su pareja de la historia que lo deprime o que lo mantiene en crisis.

“Es la típica historia tematizada en el cine o en la literatura de esas personas que se enamoran de alguien que tiene su ‘vida destruida’ e intentan rescatarla”, ejemplifica.

4. Personalidad independiente

A diferencia de las personalidad anteriores, en ésta la persona se manifiesta más desapegada de su pareja. “Se trata de aquellos hombres y mujeres que se relacionan con el otro desde una perspectiva más distante, en ocasiones muy desde lo mental, y que requieren tener espacios de libertad importantes para sentirse a gusto en una relación”, comenta Juan Carlos.

Según relata el experto, este tipo de personalidad es calificada como “fría”, cuando realmente valora más los espacios independientes que los que están en pareja. Si bien pareciera el perfil de alguien que califica para “soltero” antes que para estar en pareja, este estilo de personas necesitan estar con alguien que “valore más su intimidad emocional en la relación”.

CC0

CC0

“Colusiones” amorosas

“Es más probable establecer relaciones sentimentales con personas de rasgos complementarios más que de rasgos similares”, asegura Jimena miranda, Coordinadora Académica de la Facultad de Psicología de la UDD.

En este mismo contexto, la experta explica que la mayoría de las parejas permanece en una especia de “colusión” en donde uno resuelve los problemas del otro, de manera recíproca. “Es una especie de juego inconsciente de los miembros de una pareja”, añade y asegura que: “este patrón tiende a repetirse en la elección de nuevas parejas; es así como muchas personas señalan que ‘vuelven a tropezar con la misma piedra’”.

“Por ejemplo, un hombre puede necesitar que su pareja lo guíe y proteja, por tanto es más probable que establezca relaciones con alguien dominante y segura de sí misma. Lo interesante es que esta sensación es recíproca; es decir, también la persona dominante “necesita de un alguien” a quien cuidar y proteger”, ejemplifica.

Es así como una persona con rasgos narcisistas establecerá vínculos con quien sienta admiración por ella o personas muy sensibles y susceptibles buscaran a alguien más seguro de sí mismo. “Muchas veces el objetivo personal de los miembros es que el otro ayude en mi equilibrio personal”, explica.