Los hombres suelen ser más reacios a controlar su salud, pero un chequeo de rutina a medida que pasan los años es fundamental para mantenerse en buenas condiciones.

La recomendación general es realizarse un chequeo cada cinco años antes de los 30 años de edad. Entre los 30 y los 40, este se puede hacer cada dos años. Después de los 40 años se aconseja una revisión anual.

Evaluación de los factores de riesgo

Entre estos se encuentran:

El consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo, el sedentarismo, la obesidad, hábitos alimenticios poco saludables (dietas altas en carbohidratos refinados y grasas saturadas), las conductas sexuales riesgosas, etc. También se considera el consumo de drogas, la conducción riesgosa (exceso de velocidad), el estrés laboral o familiar, entre otros. Otro punto importante es evaluar los antecedentes familiares y genéticos.

Se recomienda las siguientes mediciones

– Presión arterial.

– Peso.

– Talla.

– Índice de Masa Corporal y la Circunferencia Abdominal (es importante predictor de factor de riesgo cardiovascular).

Se recomienda realizar exámenes para:

– Exámenes de rutina para medir la glicemia y el perfil lipídico. Si el paciente tiene conductas sexuales de riesgo, se pueden agregar el test del VIH, de la hepatitis B y sífilis.

– Ecografía abdominal: si bien no es exigida por las normas internacionales, en Chile se justifica debido a la alta prevalencia de cálculos biliares. Sirve también para determinar si el paciente tiene hígado graso o cálculos renales.

– Test de esfuerzo: a todos los hombres deportistas y sobre los 40 años. A partir de los 30 años, a aquellos con riesgo cardiovascular elevado. En el adulto mayor se puede reemplazar el test de esfuerzo por un electrocardiograma (si hay dificultades para hacer ejercicio)

– Colonoscopía y test de hemorragias ocultas a partir de los 50 años para detectar precozmente el cáncer colorrectal (si hay antecedentes familiares, se debe comenzar antes).

– Radiografía de tórax: en pacientes de 65 años y más, especialmente si son fumadores.

– En hombres jóvenes con antecedentes de cirugía por criptorquidia (testículo no descendido) es recomendable el autoexamen para pesquisar el cáncer testicular, que suele ser más prevalente en estos varones. Esto puede ser complementado con una ecografía testicular.