“Estoy fresquito, no me mojaron nada”. Así reacciona Miguel Acuña al intento de aguarle su despacho mientras salía en vivo para el noticiario de la tarde de Canal 13.

El hecho ocurrió cuando despidiéndose en cámara, dos desconocidos le tiraron agua con una botella de plástico, arrancando inmediatamente del lugar. Acuña logró agacharse rápidamente, sin que ninguna gota le afectara.

Fue en la Plaza de la Aviación, en plena Providencia, donde pasó el susto, que supo enfrentar. “Tenía dos opciones: o perseguirlos, o cerrar el despacho y tranquilizar a la Carola (Urrejola), que estaba media nerviosa”, cuenta Acuña, que escogió la primera opción, aunque con micrófono en mano y despidiéndose de igual forma.

“Los perseguí pero seguí al aire siempre. Vi que cruzaron y vi que no valía la pena, porque eran bastantes chicos. ¿Para qué? ¿Para agarrarlos? ¿Para retenerlos? ¿Para pegarles una patada en el poto?”, recuerda.

“No tenía mucho sentido. A lo mejor iba a salir más caro el remedio que la enfermedad. Ya habían conseguido lo que querían. Querían dejarme en ridículo, pero no lograron el propósito”, dice triunfante el profesional.

A pesar de ello, reconoce que hubo inquietud, sobre todo de su familia. “Mi mujer estaba preocupada porque pensaba que podía ser otra cosa que no era agua, como ácido, pintura, o alguna cosa más grave”, afirma.

Y sobre los autores, simplemente se perdieron. “Se asustaron, porque yo como los perseguí, se fueron rápido. Cruzaron por las calles de enfrente de Providencia, por Román Díaz. Los buscamos después, pero se habían ido ya”.

No es la primera vez

Pero lejos de ser un hecho aislado, Acuña explica telefónicamente a BioBioChile que no es la primera vez que enfrenta una situación así. Ya a comienzos de año, un hombre intentó pegarle, pero consiguió igualmente defenderse y detener un manotazo.

“Un hombre me sorprendió por el lado, y pude reaccionar. Se me tiró por encima y lo alcancé a agarrar”, comenta. En esa ocasión no se vio en pantalla, aunque sí los gritos del hombre.

En otra ocasión, mientras despachaba, le sacaron una foto con dos perros cruzándose al lado de él. “Me han pasado de todas las experiencias. Siempre estamos expuestos a esas situaciones en vivo, sobre todo nosotros que despachamos todos los días en la mañana, en la tarde y toda la semana”, analiza.

Para el periodista, estos casos son parte del trabajo. “Yo digo qué falta ahora que me pase en los móvil, que me ha pasado de todo”, aunque concluye que “es parte del show, yo ya me he acostumbrado ya”.