Lidiar con un niño o adolescente no siempre es fácil para los padres, que muchas veces “explotan” al no poder controlar a sus retoños.

Sin embargo, es importante mantener la calma y escoger las palabras adecuadas a la hora de corregir a un hijo, ya que nuestras expresiones pueden tener un impacto significativo en ellos, sobre todo cuando las repetimos una y otra vez.

Así lo plantea la psicóloga Erica Reischer, quien publicó un artículo en el portal especializado Psychology Today, donde menciona 3 frases que jamás deberíamos decir a los niños.

1. “¿Me estás volviendo loco/a?”

“Esta frase -y otras similares- utilizan la culpa para motivar a un niño a cambiar su comportamiento. Sí, podemos sentir que nuestros hijos nos están volviendo locos en ese momento, pero no tienes que decirlo en voz alta. De hecho, es probable que expresarnos de esta manera empeore la situación en cuestión, y, con el tiempo, tenga un impacto negativo en la relación con nuestros hijos”, explicó la profesional.

“Peor aún, (esta frase) prepara a los niños a sentirse responsables de causar ciertos sentimientos en otras personas, lo que es una receta para la baja autoestima y la ansiedad”, enfatiza la especialista.

2. “¿Qué rayos pasa contigo?”

“Esta frase -y otras similares- utilizan la vergüenza para motivar a un niño a cambiar su comportamiento. Al igual que con la frase de culpabilidad mencionada en el primer punto, ésta induce la vergüenza enmarcando la situación como una falla de tu hijo, en lugar de reconocer que todas las situaciones son un producto complejo de muchos factores diferentes, incluyendo nuestras propias percepciones, estados de ánimo, experiencias previas y expectativas”, señala la experta.

“Por ejemplo, si entras al dormitorio y encuentras que tu hijo de 5 años, acaba de cortar su camisa favorita en pedazos, podrías estar tentado a exclamar esta frase”, comenta la psicóloga, añadiendo que debes recordar que las acciones de tu hijo o hija casi siempre “son un intento de satisfacer una necesidad percibida, tales como conseguir tu atención, o información (¿Qué pasa si hago esto?); o compromiso creativo (realmente necesita una tela para hacer un collage)”.

Por otra parte, Reischer dice que esta frase le dice a los niños que son defectuosos y centra la atención en lo que está mal en ellos, en lugar de lo que pueden hacer de manera diferente en el futuro. “Una vez más, esta es una receta para el deterioro del bienestar”, indica la profesional.

3. “Será mejor que hagas esto o ya verás”

“Esta frase -y otras similares- utilizan el miedo para motivar el cambio. Se basa en la agresión y la intimidación. Ten en cuenta que algún día tus hijos van a ser mucho más grandes e independiente, por lo que si esta es tu estrategia, un día dejará de ser eficaz. Pero lo más problemático sobre esta medida, es que se enseña a los niños, a través de modelos de comportamiento, a conseguir lo que quieren a través de la agresión y la intimidación. Por otra parte, con el tiempo es probable que erosione la confianza y el respeto en tu relación con tus hijos”, asegura la terapeuta.

¿Qué decir en su lugar?

Reischer dice que estas 3 frases tienen una problemática en común: Centran la atención en el niño como un todo, en lugar de su comportamiento.

“En casi todas las situaciones, el problema en cuestión es lo que el niño hizo o dijo, y eso es lo que debe ser abordado. El uso de la vergüenza, la culpa o el miedo, a la larga es contraproducente debido a que estas estrategias no se centran en el problema real de comportamiento”, especifica la especialista.

Ella asegura que podemos enseñar a los niños que la conducta es opcional, que uno la elige, y hacer hincapié en que puedes aprender a tomar mejores decisiones. “La realización de una mala elección no significa que seas una mala persona; sólo que has cometido un error y necesitas más práctica y entrenamiento para hacerlo mejor la próxima vez”, explica la experta.

Pero, ¿qué podemos decir en lugar de estas 3 frases? Reischer propone 3 cosas:

1. “No me gusta ese comportamiento”
2. “No me gusta cuando haces tal cosa”
3. “Cuando haces esto me siento (mal, enojada, etc)”