La glamorosa vida de las modelos de Victoria´s Secret puede ser la envidia de millones de mujeres alrededor del mundo, sin embargo la editora de una prestigiosa revista descubrió que puede ser más duro de lo que se piensa.

Carly Cardellino, de 32 años y residente de Nueva York, se interesó en el estilo de vida de las ángeles de Victoria´s Secret luego de que las modelos posaran para la portada de Cosmopolitan en su edición de septiembre.

“Decidí seguir un ritmo de vida similar al que tiene Lily Aldridge’s, quién es una de mis modelos favoritas y que sigo en Instagram. Además tiene un peso similar al que tengo yo”, comentó la decidida mujer.

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Según consignó el sitio británico Daily Mail, Cardellino comenzó a entrenar junto a un personal trainer, siguió una estricta dieta y se maquilló con algunos de los expertos que trabajaron en el desfile. “Pero no pude tener mi anillo Fantasy Bra de dos millones de dólares”, agregó.

Carly no sólo se propuso vivir como una modelo de Victoria´s Secret, sino que también realizó una preparación como si en verdad fuera a participar del importante desfile. Esto significa que debió dedicar largas jornadas en el gimnasio, además de sesiones de belleza.

A pesar de que Cardellino admitió que las modelos deben estar “bendecidas genéticamente”, de todas formas necesitan entrenar varias horas.

Además de dos sesiones de entrenamiento en el gimnasio, se inscribió en intensas clases de Ballet.

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Una foto publicada por Carly Cardellino (@carlycardellino) el

Contrariamente a lo que muchos podrían pensar, Carly aseguró que las clases de Ballet resultaron increíblemente “desafiante”.

Carly comentó que a pesar de modificar sus horarios, debió seguir realizando sus labores habituales en Cosmopolitan. Es por esto que las clases debió hacerlas durante las noches, además de dedicar 45 minutos diarios extra de ejercicios, tanto en el trabajo como en su casa.

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Como era de esperar, comer como una súper modelo requiere de mucha atención.

Es por esto que además de eliminar varias de sus comidas preferidas en su dieta, se inscribió en Sakara Life, un servicio a domicilio de comidas en base a verduras y vegetales. ¿Su valor? 99 dólares diarios, es decir, unos 70 mil pesos chilenos.

Eliminó el consumo de alcohol, y en cambio comenzó a beber un litro de agua diario.

Carly tuvo la oportunidad de conocer al estilista de Lily y a la esteticista que aplicó las terapias conocidas como “faciales de oxígeno” a las modelos del desfile. Por supuesto ella también se sometió a esta novedosa técnica.

dailymail.co.uk

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“Mi piel se sentía como la de un bebé, mis labios estaban prominentes y mis pómulos estaban aún más marcados”, aseguró Carly.

Posteriormente conoció a la estilista Sarah Potempa y a la maquilladora Gina Daddona, quienes le pusieron extensiones de cabello y le dieron un look “más fresco y natural”. El proceso les tomó tres horas. Finalmente, se vistió para la ansiada sesión de fotografías.

Doing my best @harryjoshhair slash @lilyaldridge pose in honor of Harry's new 2-in-1 magic wand. ✨#harryjoshprotools

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“Mi pelo y el maquillaje me hicieron ver como jamás pensé que me vería, y a pesar de que me sentía incómoda por el vestido ya que dejaba a la vista mi trasero, me dio lo mismo por que sentí que me veía demasiado bien”, aseveró la nueva modelo.

“Esto es lo que las ángeles deben sentir”, señaló la editora de Cosmopolitan.

Luego de la sesión de fotos, Carly comió una rebanada de pizza, tal como lo hizo Lily Aldridge’s en el desfile de Victoria´s Secret. Aseguró que no sólo se vio más glamorosa, sino que además descubrió que estaba más tonificada y que se sentía más motivada.

“El mundo del modelaje puede parecer superficial, y mi meta era verme bien durante el proceso, pero me di cuenta que estaba teniendo mayor preocupación por mi salud y mi cuerpo, y eso me hizo sentir mejor que lo relacionado al glamour y a las luces de los flashes”, comentó.

La experiencia vivida por esta editora es la última de una seguidilla de “aventuras” similares en la que editores siguen el ritmo de vida de gente rica y famosa. Antes, un escritor de Cosmo había seguido la rutina de Kylie Jenner.

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