El entrenador de Universidad Católica, Mario Salas, no escondió su frustración por no poder bajar la estrella número 11 para la tienda cruzada, luego de la dura derrota por 1-0 en su visita a Audax Italiano en La Florida.

Tras el pitazo final que le impidió al elenco de la franja celebrar tras cinco años de sinsabores, el ‘Comandante’ fue bastante crítico con lo exhibido por sus pupilos en el gramado sintético audino.

Además, aseguró que no estaban pendientes de lo que pasaba en Valparaíso y que lo ocurrido en la cancha del Elías Figueroa no influyó en nada.

“Sinceramente no sabíamos nada del partido de Valparaíso, pero no es excusa que no se haya jugado. Es un tema que la prensa debe evaluar cómo se termina el campeonato, yo no me voy a meter en eso”.

En lo deportivo respecto a sus dirigidos, Salas fue crítico con lo exhibido.

“No estuvimos a la altura de las circunstancias. Hoy día no merecimos ganar este partido por lo que no merecíamos ser campeones. Estamos muy apenados muy tristes. Audax aprovechó su oportunidad y jugó como lo tiene que hacer un equipo en este escenario. No hay ninguna excusa, el partido lo perdemos nosotros que fuimos incapaces de vulnerar al rival”, añadió.

“Era una final para nosotros y la perdemos. Nos hacen gol de pelota detenida, que es sinónimo de desconcentración. Después tuvimos 4 o 5 opciones e incluso un penal y lo perdimos. Perdimos el rumbo, abusamos del pelotazo, profundizamos rápido y caímos en una ansiedad en la que no pudimos salir”, añadió.

Incluso, el ex DT de Huachipato reconoció que el tempranero tanto de Sebastián Silva, a los cinco minutos, fue un duro golpe. “Lógicamente que nos zambulló a todos, pero más allá de todo teníamos las armas para darlo vuelta y no lo hicimos. Eso pasa por inoperancia nuestra”, comentó.

A la hora de las responsabilidades por este nuevo fracaso para uno de los equipos denominados grandes del balompié nacional, Salas indicó que “Católica lleva varios años sin ganar un campeonato, pero yo personalmente no me puedo hacer responsable de lo que pasó antes de mí, me hago cargo de esto”.

Eso sí, no escondió que se encontraba ‘dolido’ por perder la opción de quedarse con la corona.

“En este momento estoy golpeado, pero mañana ya estaré bien y tendremos que hacer todo lo posible para clasificar a la Sudamericana (…) Aquí duele, molesta, da rabia, pero no me puedo quedar en eso, tengo que levantar a los jugadores, analizar lo que hicimos hoy para no repetirlo. Sí hay responsabilidad grande de este cuerpo técnico, no me esperaba un partido como el de hoy”, comentó.

El próximo desafío de la UC será buscar en la liguilla de postemporada un cupo para la Copa Sudamericana 2016. Por el boleto a la final, los cruzados chocarán justamente con su verdugo de hoy.

“Tenemos un partido tremendamente difícil el jueves con este mismo rival y en esta misma cancha. Tenemos que levantar la cabeza”, finalizó.