Cuatro raros instrumentos musicales del mundo

Armónica de Cristal
Armónica de Cristal
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La guitarra, la batería, el bajo, incluso el triángulo y el pandero son instrumentos fáciles de reconocer para la mayoría, pues son parte los equipos que habitualmente se usan para ejecutar la música que escuchamos en las radios o vemos en vivo en concierto de corte popular.

Sin embargo, como podrán imaginar, hay una enorme lista de instrumentos musicales que han sido creados a lo largo de los años, desde los inicios de la música en el mundo. De hecho, los más tradicionales y milenarios a veces son difíciles de reconocer a primera vista o al escucharlos por primera vez.

En esta larga lista existen algunos creados hace muchos años y otros más modernos que destacan por sus particulares características, y también porque hasta hace algunos años no eran de uso habitual.

Un caso emblemático es el Hang, creado hace 16 años a manos de los laboratorios PANArt Hangbau AG en Suiza. Éste es un instrumento de percusión que se mantuvo un tanto desconocido y ‘misterioso’ durante la última década.

Este primo de los tambores de metal caribeños comenzó su historia a finales de 1999, cuando un percusionista de música carnática acudió al pueblo de suizo de Bern para visitar a los ‘investigadores – artesanos’ de PANart, Sabina Schärer y Felix Rohner, quienes recibieron las inquietudes del músico.

De esta forma nació este instrumento que se compone de dos partes de un metal especial construido con alto contenido de nitrógeno. La cara superior es llamada Ding, y tiene en su estructura circular con 9 tonos musicales distintos, 8 en las hendiduras de alrededor y uno más bajo al centro, los cuales a la vez tienen sobretonos que sirven para generar las armonías. Además consta de una cara inferior llamada Gu, que tiene de un orificio de resonancia para amplificar el sonido generado dentro del Hang.

Para tocarlo se utilizan los dedos y las palmas, lo que permite generar una gran cantidad de sonidos al mismo tiempo, dando una amplitud en la composición a pesar de su apariencia sencilla.

En un principio se fabricaron ‘afinados’ en 45 escalas musicales basadas en los sonidos de distintas culturas, pero con el tiempo fue evolucionando, y ya para el 2005 se comenzó a construir una segunda generación de Hangs, cuyas características eran tener notas más bajas y más variaciones de sonido.

Finalmente en 2008 fue creado el ‘Hang Integral’, que mejoró la resonancia, el sonido y las armonías mediante distintos métodos de construcción, y lo acercó a artistas conocidos como Björk.

Otra un poco más conocido por su antigüedad, pero no tan popular, es el Theremin. Este particular instrumento fue construido en 1919 por el físico ruso Lev Termen Serguéyevich, quien tenía un amplio gusto musical y que, inspirado en el violonchelo, dio paso a su creación, la cual en aquellos años sería un revolucionario avance para romper ciertas barreras físicas.

La característica principal de este instrumento es que se ejecuta sin hacer contacto físico directo, pues consta de dos antenas que controlan el tono y el volumen de salida, los cuales varían a medida que el interprete acerca o aleja las las manos de ellas.

Actualmente la construcción de este aparato ha evolucionado, pasando de funcionar con válvulas como las que usan los amplificadores “a tubo” a tener sistemas a base de transistores. También han aparecido distintas versiones ya sea construidas de forma artesanal y por grandes empresas, que se asemejan en resultado auditivo a los theremin originales, pero ocupan otras tecnologías.

Uno que claramente llama la atención es el Octabajo. Un enorme instrumento creado en 1849 por el luthier francés Jean-Baptiste Vuillaume.

Con cerca de 4 metros de altura y una enorme caja de resonancia este imponente cordófono tiene la capacidad de reproducir dos octavas más bajas que un contrabajo, llegando a los sonidos más graves de todo el espectro audible por el ser humano.

Para interpretarlo el músico debe subir a una tarima y, debido a que el mástil queda fuera del alcance de las manos, utilizar un sistema de palancas para presionar las 3 cuerdas que generan el sonido.

Es un instrumento que fue usado

Finalmente un clásico que más de alguna vez hemos escuchado, pero no hemos identificado realmente de qué se trata, es la Armónica de cristal, la cual deriva del antiguo uso de copas con agua para generar sonidos, conocido popularmente como “Las copas musicales”.

A finales de 1700 fue perfeccionado el método para lograr el sonido con las copas y se construyó un torno con una serie de platos de cristal de distintos tamaños, los cuales son capaces de producir distintas notas.

Para interpretar este instrumento se debe usar agua para mojar los dedos y con la yema rozar el cristal de cada plato mientras gira gracias a una polea que mantiene el torno en movimiento.

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La guitarra, la batería, el bajo, incluso el triángulo y el pandero son instrumentos fáciles de reconocer para la mayoría, pues son parte los equipos que habitualmente se usan para ejecutar la música que escuchamos en las radios o vemos en vivo en concierto de corte popular.

Sin embargo, como podrán imaginar, hay una enorme lista de instrumentos musicales que han sido creados a lo largo de los años, desde los inicios de la música en el mundo. De hecho, los más tradicionales y milenarios a veces son difíciles de reconocer a primera vista o al escucharlos por primera vez.

En esta larga lista existen algunos creados hace muchos años y otros más modernos que destacan por sus particulares características, y también porque hasta hace algunos años no eran de uso habitual.

Un caso emblemático es el Hang, creado hace 16 años a manos de los laboratorios PANArt Hangbau AG en Suiza. Éste es un instrumento de percusión que se mantuvo un tanto desconocido y ‘misterioso’ durante la última década.

Este primo de los tambores de metal caribeños comenzó su historia a finales de 1999, cuando un percusionista de música carnática acudió al pueblo de suizo de Bern para visitar a los ‘investigadores – artesanos’ de PANart, Sabina Schärer y Felix Rohner, quienes recibieron las inquietudes del músico.

De esta forma nació este instrumento que se compone de dos partes de un metal especial construido con alto contenido de nitrógeno. La cara superior es llamada Ding, y tiene en su estructura circular con 9 tonos musicales distintos, 8 en las hendiduras de alrededor y uno más bajo al centro, los cuales a la vez tienen sobretonos que sirven para generar las armonías. Además consta de una cara inferior llamada Gu, que tiene de un orificio de resonancia para amplificar el sonido generado dentro del Hang.

Para tocarlo se utilizan los dedos y las palmas, lo que permite generar una gran cantidad de sonidos al mismo tiempo, dando una amplitud en la composición a pesar de su apariencia sencilla.

En un principio se fabricaron ‘afinados’ en 45 escalas musicales basadas en los sonidos de distintas culturas, pero con el tiempo fue evolucionando, y ya para el 2005 se comenzó a construir una segunda generación de Hangs, cuyas características eran tener notas más bajas y más variaciones de sonido.

Finalmente en 2008 fue creado el ‘Hang Integral’, que mejoró la resonancia, el sonido y las armonías mediante distintos métodos de construcción, y lo acercó a artistas conocidos como Björk.

Otra un poco más conocido por su antigüedad, pero no tan popular, es el Theremin. Este particular instrumento fue construido en 1919 por el físico ruso Lev Termen Serguéyevich, quien tenía un amplio gusto musical y que, inspirado en el violonchelo, dio paso a su creación, la cual en aquellos años sería un revolucionario avance para romper ciertas barreras físicas.

La característica principal de este instrumento es que se ejecuta sin hacer contacto físico directo, pues consta de dos antenas que controlan el tono y el volumen de salida, los cuales varían a medida que el interprete acerca o aleja las las manos de ellas.

Actualmente la construcción de este aparato ha evolucionado, pasando de funcionar con válvulas como las que usan los amplificadores “a tubo” a tener sistemas a base de transistores. También han aparecido distintas versiones ya sea construidas de forma artesanal y por grandes empresas, que se asemejan en resultado auditivo a los theremin originales, pero ocupan otras tecnologías.

Uno que claramente llama la atención es el Octabajo. Un enorme instrumento creado en 1849 por el luthier francés Jean-Baptiste Vuillaume.

Con cerca de 4 metros de altura y una enorme caja de resonancia este imponente cordófono tiene la capacidad de reproducir dos octavas más bajas que un contrabajo, llegando a los sonidos más graves de todo el espectro audible por el ser humano.

Para interpretarlo el músico debe subir a una tarima y, debido a que el mástil queda fuera del alcance de las manos, utilizar un sistema de palancas para presionar las 3 cuerdas que generan el sonido.

Es un instrumento que fue usado

Finalmente un clásico que más de alguna vez hemos escuchado, pero no hemos identificado realmente de qué se trata, es la Armónica de cristal, la cual deriva del antiguo uso de copas con agua para generar sonidos, conocido popularmente como “Las copas musicales”.

A finales de 1700 fue perfeccionado el método para lograr el sonido con las copas y se construyó un torno con una serie de platos de cristal de distintos tamaños, los cuales son capaces de producir distintas notas.

Para interpretar este instrumento se debe usar agua para mojar los dedos y con la yema rozar el cristal de cada plato mientras gira gracias a una polea que mantiene el torno en movimiento.