La aparición temprana o tardía de esta patología ―de consulta frecuente― depende de la relación entre la predisposición genética, además de factores externos, como el uso de calzado inadecuado, que comprimen el ante pie.

De este modo, el Dr. Eduardo Fuentes, traumatólogo de Clínica Ciudad del Mar, nos explica de qué se trata este mal, detalles y consejos para superar esta malformación que afecta principalmente a mujeres.

El hallux valgus, más conocido como “juanete”, es una malformación que afecta principalmente a las mujeres y que se manifiesta por el engrosamiento y deformación de la articulación del primer dedo del pie y su desviación hacia adentro.

Esta situación está asociada a un desplazamiento medial del primer metatarsiano. El cuadro clínico, además de la deformidad, es la existencia de dolor en el lado medial del pie, que aumenta conforme a la evolución y al tiempo que va teniendo la deformidad.

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El Dr. Eduardo Fuentes, traumatólogo de Clínica Ciudad del Mar, sostiene que el uso regular de calzados estrechos en el ante pie, que eleve el talón (calzados con taco alto) incrementa las probabilidades de aparición del hallux valgus.

“La mayoría de los modelos actuales de zapatos no se ajustan a las necesidades de nuestros pies, en el sentido de respetar la movilidad y su redistribución natural de las cargas en la región plantar”, explica el especialista.

En este sentido, en la medida en que los factores protectores que permiten una absorción de las cargas en el pie son sobrepasados, las deformidades del dedo grande (hallux), dedos menores, signos de sobrecarga plantar (callosidades) y dolor al caminar se van evidenciando.

“Todas las deformidades que se producen en la articulación del dedo gordo del pie, como la deformidad en valgo, provocan alteraciones biomecánicas tanto en esta articulación como en sus articulaciones menores”, señala el Dr. Fuentes.

La mayoría de las personas que acuden a especialistas en caso de dolor y/o molestias en el pie, toman consulta por dolor en la región plantar (metatarsalgia) y no por dolor en el dedo gordo. Lo anterior puede ocasionarse por una diferencia en la longitud de los metatarsianos, porque uno es más largo de lo normal o bien por una deformidad severa del dedo gordo del pie que se eleva, pierde carga y la transfiere a la parte posterior del pie.

El traumatólogo de Clínica Ciudad del Mar sostiene que en condiciones normales el pie no debería doler, tampoco presentar callosidades (zonas de sobrecarga) ni ningún tipo de deformación en los dedos menores. “Por su estructura anatómica el pie es capaz de adaptarse de forma extraordinaria y con facilidad a las desigualdades del terreno por donde se caminamos”, sostiene.

Tratamiento

Para evaluar el daño del pie, es necesario realizar una serie de pruebas, donde el estudio por imágenes (radiografías) se debe efectuar de pie. Si el tratamiento conservador indicado no ha logrado los resultados esperados, con una evolución desfavorable para el paciente, se puede plantear la corrección quirúrgica a través de las osteotomías, que son correcciones de la deformidad mediante los ejes del hueso.

Existen distintos tipos de osteotomías: distal, diafisarias o de la base. La indicación de una u otra va a depender de cada paciente y más aún de la deformidad existente en cada pie de la persona. “Cada procedimiento quirúrgico es específico para cada deformidad, con el fin de obtener un pie con buen apoyo, funcional, indoloro y sin deformidad”, sostiene el traumatólogo CCdM.

Para prevenir este tipo de malformaciones es importante y recomendable usar siempre un calzado indicado para nuestros pies. Esto es:

1. Evitar los zapatos muy ajustados. Lo ideal es que la longitud sea de 1 cm. más largo que el dedo más largo.

2. Preferir un calzado que tenga amplitud en la parte de los dedos de los pies, facilitando la movilidad de estos.

3. Limitar el uso de zapatos con taco muy alto; usarlos por periodos cortos.

4. Las suelas deben ser fuertes y flexibles.

5. Elegir zapatos que sean suaves y cómodos al caminar.

6. Diferencia de altura entre el talón y el antepié de 1 a 2 cm.

Es importante seguir estos consejos y las indicaciones del médico tratante. En caso de que no haya solución mediante los tratamientos propuestos por los especialistas, la recomendación es la cirugía.

“Para llegar a la corrección quirúrgica del juanete, previamente se debe realizar una historia clínica meticulosa y la evaluación de las patologías preexistentes. Un examen físico adecuado orientado a la búsqueda de las distintas patologías”, concluye el Dr. Eduardo Fuentes, de Clínica Ciudad del Mar.