Gonorrea, sífilis, VIH, y clamidia son enfermedades de transmisión sexual (ETS) de las que casi todo el mundo ha oído hablar, pero no son las únicas. Un artículo publicado por el portal de contenidos científicos LiveScience reveló que una poco conocida infección de esta índole es más común de lo que se pensaba.

Se trata de una condición producida por la bacteria Mycoplasma genitalium (o micoplasma genital), la cual infecta a más de 1% de las personas de entre 16 y 44 años en el Reino Unido. Aunque esta cifra parece mínima, en realidad equivale a cerca de 250.000 personas. Además, sondeos realizados en Estados Unidos han encontrado que un porcentaje similar de personas también la tienen. En Chile no hay cifras concretas.

Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU, estos antecedentes no son menores, pues convierte a M. genitalium en una “ETS” más común que la gonorrea.

En LiveScience señalan que si bien algunos la describen como una enfermedad de transmisión “nueva”, las bacterias responsables de este mal fueron descubiertas en 1980. No obstante, la conexión entre el M. genitalium y la actividad sexual se hizo a mediados de la década de 1990.

Así lo afirmó Lisa Manhart, profesora de epidemiología de la Universidad de Washington en Seattle, quien ha investigado esta ETS e indicó que los primeros estudios encontraron que las personas que tenían M. genitalium solían tener parejas sexuales que también presentaban esta bacteria en su sistema.

Un reciente estudio publicado en la revista académica revista International Journal of Epidemiology señaló que las investigaciones han establecido que esta infección es más común en personas que habían tenido al menos cuatro nuevas parejas sexuales en el último año, que en aquellas que habían tenido sólo una. Asimismo, descubrieron que las personas eran más propensas a tener M. genitalium si mantenían relaciones sexuales sin protección.

Síntomas

De acuerdo a LiveSciense, en los hombres esta bacteria puede provocar la inflamación de la uretra (uretritis), lo que provoca síntomas como ardor al orinar o secreción en el pene.

En las mujeres, aunque no están del todo claras las consecuencias, podría provocar inflamación del cuello del útero (cervicitis) o desencadenar la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), una patología en los órganos reproductores femeninos, que provoca dolor en la parte baja del abdomen, además de molestias o incluso sangrado durante las relaciones sexuales.

En casos graves, la EIP incluso puede provocar infertilidad.

Manhart explicó que las investigaciones actuales se están centrando en tratar de entender mejor las consecuencias de la infección por M. genitalium en las mujeres. La especialista dijo que en un estudio dirigido por ella, se encontró que el riesgo de inflamación del cuello uterino, enfermedad inflamatoria pélvica y parto prematuro era aproximadamente el doble en las mujeres con M. genitalium, en comparación con quienes no la tenían. Pero algunos investigadores afirman que se necesita más evidencia antes de concluir que realmente esta bacteria causa complicaciones en las mujeres.

En tanto, el estudio que se publicó en el International Journal of Epidemiology (mencionado más arriba) estableció que cerca de un 94% de los hombres y el 56% de las mujeres infectadas con M. genitalium no tenían síntomas.

El doctor Jamin Brahmbhatt, urólogo de Florida, indica que no es habitual que urólogos y ginecólogos ordenen exámenes para detectar esta bacteria en forma rutinaria. Él explica que los médicos pueden optar por realizar pruebas de M. genitalium en pacientes que tienen síntomas persistentes después de algún tratamiento para otras enfermedades de transmisión sexual que pueden causar síntomas similares.

¿Cómo se trata el M. Genitalium?

Manhart dijo que los antibióticos para el tratamiento de la uretritis, cervicitis y EIP por lo general no son muy eficaces contra la M. genitalium.

Por lo mismo, los médicos pueden sospechar que un paciente tiene M. genitalium cuando éste no mejora después de tomar los medicamentos normalmente usados ​​para tratar éstas y otras enfermedades.

Una vez detectada la bacteria, es probable que se receten otros antibióticos más eficaces, señaló Manhart.

Brahmbhatt -quien ha tratado a gente con esta bacteria- dijo que el tratamiento no es más que tomar antibióticos por 5 días.