Se acerca el fin de año y ello probablemente signifique un agradable, y necesario, periodo de vacaciones. Serán días en los que podrás disfrutar de beneficios que durante las semanas laborales no puedes: levantarte más tarde, no cumplir con horarios y hacer las actividades que más te gustan.
Sin embargo, por diferentes factores algunas veces no logramos desconectarnos totalmente. Esto no debiera ocurrir, ya que las vacaciones son un elemento importante en tu vida, que va en directo beneficio de tu salud. El sitio español El País publicó unos consejos para que puedas aprovechar al máximo tus días “sabáticos”, así puedas volver a tu rutina con una mente más despejada. Conócelos a continuación.
Rompe con tu rutina
El psicólogo Miguel Ángel Rizaldos recomienda invertir en experiencias nuevas, que nos den más felicidad que los productos.
“La mayoría de las personas tiende a arrepentirse de las cosas que no hicieron, por lo que hay que tomar una actitud activa frente a las oportunidades”, asegura.
Disfruta el momento
Tamara de la Rosa, psicóloga experta en crecimiento personal, sostiene que la mayoría de las personas pasa sus días pendientes de las cosas que debe realizar en el “mañana”, por lo que las vacaciones deben ser una fiel representación del concepto conocido como “Carpe diem”.
“Se debe procurar dejar todo atado antes de irnos de vacaciones y procurar marcharnos con las cosas resueltas. Así facilitarás la desconexión y evitarás esos pensamientos de excesiva responsabilidad, que muchas veces llegan a ser auténticas pesadillas. Disfruta del momento y no anticipes el regreso”, señala la especialista.
Tomarse un minuto cada día
A pesar de las actividades que estemos desarrollando durante la tarde, lo ideal es detenerse por algunos segundos para respirar profundamente. Esto es lo que asegura Rizaldos, quién añade: “El objetivo consiste en enfocar toda la atención en tu respiración durante un minuto. Deja abiertos los ojos, respira con el vientre en lugar de con el pecho y trata de respirar por la nariz y que salga por la boca. Céntrate en el sonido y el ritmo de la respiración. Prepárate para que la mente deambule (así lo hará), ya que tendrás que esforzarte por devolver la atención al objetivo cada vez que esto pase”
Lo más probable es que una vez que retomes lo que estabas haciendo, lo hagas de mejor forma.
Desconectarse de la tecnología
Son muchos quienes, a pesar de los días de relajo y descanso, siguen pendientes de sus celulares al igual como lo hacen durante los días laborales. Pero esto es un grave error.
“Desconecta el móvil del trabajo o evita leer los correos en el periodo vacacional. Si consigues hacerlo, habrás desconectado del día a día”, asevera de la Rosa, quién agrega que en caso de emergencia “con echarle un vistazo antes de ir a dormir, es más que suficiente. Las vacaciones son para descansar, disfrutar y retomar energías a nivel físico y mental”.
Trata de olvidarte de tus obsesiones
Los pensamientos de frustración son los que más atacan a las personas, y los más dañinos. Rizaldos sostiene que las vacaciones son el tiempo perfecto para recordar que “las cosas fluyen y aparecen cuando tiene que aparecer. Disfruta del camino y no te obsesiones en llegar a la meta, esta llegará sin necesidad de estar continuamente pensando en ella”.
Momentos como observar el atardecer quizás te haga reflexionar de manera más calmada, y te permita llegar a mejores respuestas y conclusiones.
Vuelve a hacer las cosas que tanto te gustan
Es probable que hace mucho tiempo no hayas leído un buen libro, no hayas practicado ese deporte que tanto te gusta o simplemente no hayas ido al cine a ver una buena película. Pues bien, las vacaciones son ese tiempo en el que puedes hacer todas estas cosas que el “día a día” quizás no te lo permita.
De la Rosa señala que es importante compartir con esas personas a las que casi no le dedicabas tiempo, “o quizás aprovechar el buen tiempo para hacer un poco de ejercicio al aire libre. El ejercicio siempre es saludable”, complementa.
Tiempo de reflexión
Mirar las cosas desde una perspectiva diferente siempre es una buena idea. Es por esto que durante las vacaciones es cuando puedes detener todo y pensar acerca de las cosas que has hecho, o que planeas hacer en el futuro.
Así lo advierte Rizaldos: “en vacaciones el cambiar de entorno nos facilita la desconexión de las obligaciones rutinarias, y esto es así aunque sea por pocos días, De este modo, las circunstancias ayudan a relajarse y a afrontar los problemas de forma diferente. Con más perspectiva y de un modo más objetivo, lo que nos facilita el tomar decisiones más claras y acertadas”