Más de 30.000 personas en las zonas de guerra de Sudán del Sur corren el riesgo de morir de hambre, indicó el jueves la ONU, y advirtió que “decenas de miles” más están “al borde de la hambruna”.

Aunque el estado oficial de hambruna no ha sido declarado, “al menos 30.000 personas” viven en “condiciones extremas” y se enfrentan a la “hambruna y muerte”, tras 22 meses de guerra civil, según un comunicado conjunto de tres agencias de la ONU, Unicef (Niñez), FAO (Agricultura y Alimentación) y el PMA (Programa mundial de alimentos).

Las regiones más afectadas por el conflicto -y donde se bloquea la ayuda- se ubican en el Estado de Unidad, en el norte rico en petróleo, precisan estas organizaciones.

Ahí se producen feroces combates, violaciones, secuestros de niños y mujeres. “Sin un acceso ilimitado a la ayuda humanitaria, la inseguridad alimentaria puede agravarse y transformarse en hambruna en algunas partes del Estado de Unidad”, se advierte en el comunicado.

Sudán del Sur es escenario desde diciembre de 2013 de una guerra que enfrenta al ejército regular, leal al presidente Salva Kiir, y a una rebelión dirigida por su ex-vicepresidente y rival, Riek Machar.

La guerra civil, con matanzas y atrocidades de extraordinaria violencia atribuidas a ambos bandos, ha provocado decenas de miles de muertos, y 2,2 millones de desplazados.