Al consultorio de Ránquil y Quillón concurrieron vecinos de la planta Celulosa Nueva Aldea, por los fuertes eventos de malos olores, ante esta situación señalaron estar cansados que se repitan constantemente estos desagradables momentos. Desde la empresa confirmaron que hoy la Planta inició un paralización de operaciones para realizar una mantención de los equipos.

Fernando Casanueva vive hace más de 60 años en el sector Carrizales, de Ránquil. Le gusta la vida de campo. Antes tenía árboles de cerezas, pero con el incendio de 2012 los perdió. No quiere volver a plantarlos, porque le decían que sus frutos estaban contaminados. Responsabiliza a la empresa celulosa Nueva Aldea, sus no gratos vecinos hace diez años.

Este fin de semana largo Fernando recibió la visita de su hija… pero al poco rato ella se fue al consultorio de Quillón, afectada por nauseabundos olores.

Pese a que quiere ese lugar, ya no aguanta más.

Una situación parecida vive Eliseo Álvarez. Para él lo más complicado es que los malos olores no cesan.

Y desde el Cesfam les recetaron Paracetamol, que a esta altura es poco lo que ayuda, contó.

Desde la empresa explicaron que hoy iniciaron la paralización de las faenas, por 10 días, para realizar una mantención general de la planta. Aseguraron que son dos los momentos de malos olores: al principio y final de la detención de labores. Asimismo, no aceptaron una entrevista de Radio Bío Bío.