A un año de la entrada en vigencia de la Ley de Insolvencia y Reemprendimiento sólo 2 mil personas de los 5 millones de morosos que tiene el país se han acogido esta normativa.

La ley permite a una persona natural declararse en quiebra evitando que el deudor sea demandado o embargado mientras está negociando la deuda, teniendo mayor tranquilidad para cumplir sus obligaciones comerciales.

Para acogerse a esta ley es necesario tener dos o más deudas vencidas por más de 90 días corridos y que sumen mas de 2 millones de pesos, además de no tener una demanda judicial en contra.

Juan Jose Lynch, abogado de Defensa de Deudores explicó que con esta normativa es posible renegociar la deuda con todas las personas o entidades a las que se le debe dinero.

Una vez que se inicia el proceso, el deudor se acoge al procedimiento concursal de renegociación la impide que mientras este en este proceso no se puede ser victima de demandas, embargos o remate, lo que permite negociar la deuda con ciertas protecciones.

Lynch también enfatizó en lo poco conocido de este beneficio, el cual ha sido usado solo por el 2% de la población deudora, entrando en vigencia el año pasado y dependiente del Ministerio de Economía.