Socorristas guatemaltecos rebajaron a 40 la cantidad de personas desaparecidas por un alud que sepultó más de un centenar de casas la semana pasada en la aldea Cambray II, al este de la capital, y que dejó hasta ahora 264 muertos, informó este sábado una fuente oficial.

“Hasta el momento tenemos reportados 264 personas muertas y se continúa con la búsqueda de 40 desaparecidas”, dijo a la AFP Julio Sánchez, del Cuerpo de Bomberos Voluntarios y vocero del puesto de comando de rescate en el lugar del siniestro.

Según la fuente, la cantidad de desaparecidos se redujo drásticamente a los reportados el viernes (374), debido a la depuración del listado de extraviados por parte de las autoridades del municipio de Santa Catarina Pinula, 15 km al este de la capital, jurisdicción donde ocurrió el deslave.

Para localizar a las víctimas, cientos de socorristas continuarán con las tareas de rescate durante el fin de semana, y el lunes una comisión integrada por representantes de varias instituciones definirán que sucederá con el lugar. Una de las posibilidades es declararlo cementerio.

La tragedia ocurrió la noche del 1 de octubre. Unas 184 viviendas resultaron afectadas, 73 de ellas con daños severos, según la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres de Guatemala (Conred).

La cifra de personas desaparecidas ha ido variando desde entonces, y un día después del alud autoridades de protección civil tenían el reporte de unas 600 personas desaparecidas.

Por su lado David de León, vocero de la Conred, ente a cargo de la protección civil, unas 380 personas permanecen resguardadas en albergues a un poco más de una semana de ocurrida la emergencia.

La interrupción definitiva del rescate se podría decidir debido al riesgo de otro desprendimiento de tierra, el brote de enfermedades y el cansancio de los rescatistas, afirmó la víspera Alejandro Maldonado, titular de la Conred.

Debido al tiempo transcurrido desde la tragedia, los cadáveres están en estado de descomposición, lo que dificulta su recuperación y obliga a los socorristas a utilizar mascarillas.

Las autoridades de gobierno se encuentran en el análisis para decidir sobre el lugar para construir un proyecto de vivienda para trasladar a las familias afectadas por el deslave.