El trinitense Jack Warner acusó este viernes a Estados Unidos de querer “tomar el control” de la FIFA mediante una “cacería de brujas” basada en acusaciones de corrupción contra sus jerarcas y antiguos directivos.

“Lo que sé es que los estadounidenses quieren tomar control (de la FIFA), después de todo ya tomaron las Naciones Unidas”, dijo el vicepresidente del organismo a reporteros en Puerto España.

A su juicio, “la única organización que no controlan (los norteamericanos) es la FIFA, y debido a que la FIFA organiza la Copa del Mundo, quieren dominarla”.

“No sé por qué las personas no ven esto como una cacería de brujas de los estadounidenses. No sé por qué cada vez que Estados Unidos estornuda todo el mundo siente que tienes que resfriarte”, añadió en el marco de una convención de educadores.

Warner, de 72 años, es reclamado en extradición por Estados Unidos, donde se lo ve como una pieza clave para develar la trama de corrupción en la FIFA.

La justicia trinitense dará inició el próximo 2 de diciembre a una audiencia en la que se definirá si el político es extraditado.

El también ex profesor fue consultado sobre si el órgano futbolístico está en “sus últimas”, ante las acusaciones de corrupción interna que han llevado a un grupo de sus dirigentes a ser detenidos por la justicia suiza, y a que su Comisión de Ética suspenda por 90 días al presidente Joseph Blatter y al titular de la UEFA, Michel Platini.

Al respecto, Warner, él mismo suspendido de por vida de toda actividad relacionada con el fútbol, señaló que “algunas personas parecen quererlo”.

Resaltó que la FIFA es la “mejor organización internacional deportiva en más de 100 años, así que ¿para qué querrían destruirla?”, se preguntó.

Warner también defendió la labor de Blatter, apuntando que “no diré que no cometió errores. Por supuesto que los tuvo, pero nadie puede negar que Blatter ha contribuido al fútbol globalmente”.

Incluso afirmó que “de no ser por la ayuda de Blatter, este país (Trinidad y Tobago) no habría estado en un Mundial de fútbol”.

La semana pasada el trinitense había dicho que su suspensión buscaba distraer la atención del escándalo que salpica al suspendido presidente de la FIFA.

En libertad bajo fianza, Warner es acusado por las autoridades norteamericanas de corrupción y blanqueo de dinero.

Según los fiscales estadounidenses, la Concacaf recibió un pago de 10 millones de dólares de dirigentes del fútbol de Sudáfrica, el cual pudo estar ligado con el apoyo de Warner a la candidatura de ese país para organizar el Mundial de 2010.