Un cuico borracho y un sindicalista asesino dialogan en “Punta de Rieles”

Es una reunión de trasnoche. Son sólo dos personajes. A través de un testimonio a viva voz que cuenta detalles de un crimen y el pensamiento culposo y clasista de un renegado, el escritor chileno Manuel Rojas (Premio Nacional de Literatura 1957) construye un relato apasionante sobre el machismo en esta novela corta.

Escrita en 1960, “Punta de Rieles” es ideal para quienes comienzan a leer libros. Lo más impresionante tiene que ver con su prosa, fresca, directa, que hace que el texto no tenga tiempo, que se sienta actual, presente, urgente. Esos detalles sobre el alcohol, sobre las reivindicaciones laborales, sobre la izquierda, sobre ser de clase alta, se mantienen hasta hoy.

Manuel Rojas es, en definitiva, una de las plumas superiores de la literatura chilena. Entrar en “Punta de Rieles”, “Hijo de Ladrón” o en su re-editado y estupendo diario de viaje “Pasé por Mexico un Día”, es meterse en una especie de foto de Chile, los conflictos y la forma de ser.

Son sólo 170 páginas. Y cuidado, “Punta de Rieles” puede ser un espejo, especialmente para los hombres.

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