Jerusalén y Cisjordania fueron sacudidas este lunes por nuevos choques intensos que provocaron un muerto palestino y llevaron al primer ministro Benjamin Netanyahu a dar al ejército y la policía la potestad de actuar en este contexto extremadamente delicado.

El primer ministro aseguró que “no le daremos inmunidad a ningún tumultuoso, ni agitador, ni a ningún terrorista; no hay ningún límite a la acción de nuestras fuerzas de seguridad”.Además, señaló que las fuerzas de seguridad en Jerusalén y Cisjordania serán reforzadas.

El movimiento islámico está junto a Hamas y la Autoridad palestina, “principales fuentes de incitación al odio”, enfatizó.

Poco antes, el ejército y la seguridad interior israelíes anunciaron la detención de dos presuntos autores de los atentados que han despertado nuevamente al espectro de la Intifada (levantamientos o protestas): la muerte de una pareja de colonos de unos 30 años, acribillados a balazos en su auto ante sus hijos, el jueves pasado en la Cisjordania ocupada.

Este doble asesinato fue el detonante de múltiples enfrentamientos tras varios días de tensión. Después, otros dos israelíes resultaron muertos en un atentado el sábado de tarde en un ataque con cuchillo en el Ciudad Vieja de Jerusalén, y cuatro palestinos (entre ellos los autores de dos ataques) murieron, dos de ellos en 24 horas entre sábado y domingo en choques con el ejército israelí, incluido un adolescente de apenas 13 años. Las represalias de los colonos también se multiplicaron en Cisjordania.

Abdel Rahman Abdalá, de 13 años, fue alcanzado este lunes por disparos en el torso durante los enfrentamientos en Cisjordania, dijeron.

Huzeifa Othman Suleiman, de 18 años, murió el domingo en circunstancias similares en Tulkarem, en el noroeste del territorio.

Los miembros de una célula de cinco hombres, que operaba a distancia, entre ellos su jefe, Raeb Ahmed Muhamad Alivi, de 37 años, fueron detenidos, así como varias otras personas que los habrían ayudado, según los servicios israelíes.

Israelíes y palestinos están enzarzados en los últimos días en una nueva espiral de violencia en Cisjordania y Jerusalén Este, la parte palestina de Jerusalén anexionada y ocupada por Israel. Estas violencias recuerdan las Intifadas de 1987 y 2000.

Alemania, pocos días antes de una visita al país de Netanyahu, expresó su temor de que se produzca una nueva y sangrienta intifada.

El gobierno de Berlín se preocupa “por lo que posiblemente se esté desarrollando, algo comparable a una nueva intifada”, afirmó el portavoz del ministerio de Exteriores, Martin Schafer.

Piedras y disparos

Desde el sábado, en varias localidades de Cisjordania y en algunos barrios de Jerusalén Este, jóvenes palestinos y soldados israelíes se enfrentan abiertamente.

Los primeros lanzan piedras y cócteles molotov, y los segundos responden en Cisjordania con disparos, que en las últimas 48 horas dejaron 150 heridos, con balas reales y de goma.

Israel ya adoptó una medida excepcional y quizá inédita al prohibir durante dos días el acceso a la ciudad Vieja a la inmensa mayoría de los 300.000 palestinos de Jerusalén Este que no viven en ella.

Netanyahu prometió el domingo por la noche que Israel “librará un combate hasta la muerte contra el terrorismo palestino”. Asimismo, ordenó “la aceleración de las demoliciones de las casas de los terroristas”, para “detener el terrorismo, disuadir y castigar a los atacantes”.

En respuesta, el presidente palestino Mahmud Abas acusó el lunes “a la parte israelí y a su gobierno” a quien “le interesa arrastrar la región en un ciclo de violencia” de provocar “una escalada” de las tensiones.

Este lunes, por segundo día consecutivo y coincidiendo con la fiesta del Sucot, la turística Ciudad Vieja se asemejaba más a un pueblo fantasma, en donde barricadas policiales filtraban las pocas entradas, dejando pasar sólo a israelíes (incluidos los árabes israelíes), residentes, turistas, comerciantes y estudiantes de escuelas ubicadas dentro de las murallas, y negando el acceso a los miles de palestinos de Jerusalén-Este que no viven en la Ciudad Vieja.

La Explanada de las Mezquitas, tercer lugar santo para los musulmanes, sigue abierta. Sin embargo, su acceso sigue restringido a los varones de menos de 50 años, una disposición inaceptable para los fieles musulmanes.

Se teme que esta tensión creciente provoque una escalada de violencia, en momentos en que palestinos y la oposición israelí aluden a la posibilidad de una tercera ola de levantamiento.

Por otra parte, el ejército israelí realizó un bombardeo por la noche en la Franja de Gaza en represalia al disparo de un cohete contra el sur del territorio israelí.

La violencia ha provocado alarma en el exterior. Berlín y París manifestaron su preocupación, en tanto el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, dijo que el recurso a la violencia “es inaceptable”, ya sea de un lado o del otro, y llamó a la calma.