La directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, calificó el lunes de “acontecimiento muy positivo” el acuerdo de libre comercio alcanzado entre 12 países del Pacífico e impulsado por Estados Unidos y Japón.

“El acuerdo alcanzado hoy por los países que negocian el Acuerdo Transpacífico de Asociación (TPP, por sus siglas en inglés) es un acontecimiento muy positivo”, dijo Lagarde en un comunicado difundido en español en Lima, donde se realiza la Junta Anual de Gobernadores del FMI y del Banco Mundial.

Lagarde resaltó que “el acuerdo no sólo es importante por su tamaño, dado que los países signatarios representan alrededor del 40% del PIB mundial, sino que también amplía la frontera del comercio y la inversión en bienes y servicios hacia nuevos ámbitos donde los beneficios pueden ser significativos“.

El acuerdo lo anunció el lunes el representante estadounidense para el Comercio (USTR) Michael Froman, en una conferencia de prensa, junto a los otros 11 negociadores al término de las negociaciones en Atlanta (Georgia, sureste de EEUU).

Tras cinco días de negociación, se puso fin de manera exitosa a siete años de tratativas en las que participaron Australia, Brunei, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.

Los 12 países integrantes del acuerdo representan 40% de la economía mundial, pero el TPP no incluye a la segunda potencia económica mundial, China, mantenida al margen de las negociaciones.

Por su parte, el presidente peruano Ollanta Humala destacó que el acuerdo incluyó una propuesta de Perú referente a las pequeñas y medianas empresas (Pymes), aunque no entregó detalles.

“Tengo la satisfacción de anunciar al Perú que hemos dado un paso trascendental en la ruta del desarrollo inclusivo y sostenible (…) que permitirá también atraer mayor inversión extranjera directa de los países del TPP al Perú”, aseguró Humala, en un mensaje al país por televisión.

El premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, había exhortado la semana pasada al presidente peruano Ollanta Humala a rechazar el TPP porque “los negociadores de su país estaban capitulando” ante las multinacionales.

Según Stiglitz, “las esperanzas del presidente peruano para lograr un acuerdo están puestas en el lugar equivocado: el TPP parece haber sido diseñado para perpetuar a países en desarrollo como el Perú en relaciones comerciales desiguales con países como Estados Unidos, Japón, Canadá y Australia”.