Argentina se jugaba este domingo en Leicester la clasificación a cuartos en el Mundial de rugby. Debía ganar a Tonga y lo hizo (45-16), pero los focos y el protagonista del partido estaba en la grada, Diego Maradona.

Nada más terminar el partido, con la clasificación virtual lograda, las primeras preguntas para el seleccionador de Argentina, Daniel Hourcade, y el capitán, Agustín Creevy, no fueron sobre la casi asegurada clasificación ni sobre el partido, sino sobre Maradona.

El exfutbolista argentino había llegado entre grandes medidas de seguridad una hora y media antes del partido al King Power Stadium de Leicester. “No se trata de venir a un partido más, este partido es para arrancar una sonrisa a los argentinos, que es lo que nos empuja a todos los que nos pusimos la camiseta argentina”, afirmó a la cadena ESPN a las puertas del estadio.

“Vamos a pasarle por arriba a Tonga. Me agarré el primer avión que tenía en Dubai y me vine para acá. El amor por la camiseta siempre es más fuerte que cualquier cosa”, señaló. 

El argentino, de 54 años, invitado por el colombiano Radamel Falcao, estuvo también el sábado en el encuentro de Chelsea-Southampton de la Premier inglesa.

Sentado junto presidente de la Unión Argentina de Rugby (UAR), Carlos Araujo, y el presidente de la federación internacional, el presidente Bernard Lapasset, como es habitual en él, se saltó el protocolo y se comportó como un hincha en el palco, levantándose en varias ocasiones, con una camiseta argentina en la mano, dirigiéndose a los aficionados que entonaban su nombre.

Se levantó para unirse a los cánticos de la hinchada en varias ocasiones y se abrazaba a todo el que se ponía por delante tras un try argentino o una patada de Nico Sánchez, el héroe del partido con 25 de los 45 puntos.

Sánchez con piel de gallina

“Yo entré en el vestuario tarde y al verlo ahí se me puso la piel de gallina. Fue muy lindo. Era la primera vez que lo encontraba. No pensaba que iba a ser tan choqueante. Fue medio fuerte verlo así de repente. Me produjo una sensación bastante rara”, afirmó Sánchez. “Me regaló una camiseta de la selección argentina de fútbol con el número 10. Es un lindo recuerdo y yo le di le mía”, explicó.

Cuando Tonga realizó su tradicional haka anterior a los partidos, Maradona hizo como si le temblaran las manos de miedo, para luego, tras el partido, bajar a los vestuarios de la selección argentina, donde prometió que estará en semifinales si se clasifican.

“Vino después del partido al vestuario. No sabíamos que iba a estar. Me hizo seña desde la tribuna que iba a bajar y vino al vestuario. Nos prometió que si pasamos a semifinales, va a venir. Puso la vara alta y esperemos que pueda venir de nuevo”, explicó el hooker y capitán del equipo, Agustín Creevy.

“Le regalamos tres camisetas, la 9 (Marín Landajo), la 10 (Nico Sánchez) y la 2 (Creevy). Y él nos regaló también una a cada uno de nosotros tres”, añadió Creevy, explicando que “dio un discurso. Nos dijo que tenía ganas de decirlo, que Argentina estaba soñando con nosotros y que por eso estaba acá, que quería formar parte de este sueño. Bailamos, le pusimos la canción de Rodrigo (la Mano de Dios). Ya verán el video. Es muy divertido. Fue una linda sorpresa que no me imaginaba“.

Maradona pasó por el Mundial como un vendaval. Y amenaza con volver en semifinales a finales de octubre, si Argentina gana en cuartos de final a Francia o Irlanda, sus posibles rivales.

Revisa algunos videos captados de su visita al camarín de ‘Los Pumas’